Red de comunicación mundial en pro del ambiente para los pobladores de montaña de Brasil

’En todo el mundo se cree que en Brasil no hay montañas, pero esto no es cierto’, nos dice Luis Felipe Cesar, de la organización ’Crecente Fertil’, que se dedica a la protección del ambiente a través de las herramientas de la educación y la comunicación.

Las montañas que existen en el Brasil no son muy altas; la mayor alcanza 3000 metros sobre el nivel del mar, pero conservan las mismas características que las montañas del resto del mundo. Con ocasión del Año Internacional de las Montañas, quienes trabajan y viven en los ambientes montañosos han visto la necesidad de sumar esfuerzos y organizarse para llegar a las conciencias de los pobladores de la montaña y trabajar juntos en pro de mejorar sus condiciones de vida.

Los esfuerzos de ’Crecente Fertil’ se centran en trabajar con los habitantes de las montañas y de los bosques en la autogestión económica. A su vez, se desea integrar los aspectos ambientales, culturales, sociales que comparten los pobladores a fin de que sean ellos mismo quienes se den cuenta de las especificidades de la naturaleza y las formas de vida que les rodean.

Lo que se pretende es promover procesos participativos para que las personas se apropien de su capacidad de gestión y acción sobre su territorio. Uno de los proyectos es la formación de consejos o unidades de conservación de distintas áreas protegidas cerca del Parque Nacional Itatiaya. La función de estos en las comunidades es apropiarse y transmitir la idea de la conservación, así como la importancia cultural, social, ambiental dentro de un área protegida para tomar con mayor responsabilidad la conducción de un proceso de desarrollo sostenible.

Esta organización ha trabajado ya desde hace ocho años, pero en los dos últimos años se ha enfocado en los pobladores de montaña. Setenta jóvenes y cincuenta adultos se han sumado al proyecto en la Sierra de Matiqueira. Ésta se ubica entre las dos ciudades más conocidas e importantes del país como son : Río de Janeiro y Sao Paulo, cerca del Parque Nacional Itatiaya.

La iniciativa de integrar a los pobladores de montaña resultó de la Movilización Nacional de Brasil para los Ecosistemas de Montaña en el 2001, que reunió a varios núcleos que protegen los ecosistemas. Posteriormente, en el 2002 - Año Internacional de la Montaña -, se reunieron una mayor cantidad de núcleos de todo el país dando como resultado el Primer Encuentro Brasileño de la Montaña. Este fue un evento horizontal, donde todos los participantes debían tener una experiencia para relatar. Los asistentes tuvieron diez minutos para hablar sobre su experiencia y compartir con sus colegas su conocimiento y acciones en la montaña. Al final se redactó La Carta para el Ecodesarrollo de la Montaña de Brasil.

Lo mejor de todo fue que los pobladores de montaña se conectaron con la idea y se animaron hasta el punto de organizar otros encuentros en el resto del país. Empezó una toma de conciencia desde la sociedad civil para mirar a las montañas y su potencial.

Este proceso tuvo dos etapas, primero un alcance local y nacional y ahora participan de una dinámica internacional que se llama Alianza por un Mundo Responsable, Plural y Solidario. Esta apoya el proyecto ’Gente y Montañas del Mundo’, el cual pretende tejer una red de gente y comunicación que pueda articular a los actores con los tres momentos sociales y ambientales más importantes para los pobladores de la montaña, como el Segundo Encuentro Mundial de Poblaciones de Montaña, la Cumbre Mundial de la Montaña y el Foro Social Mundial del 2003 en Brasil.