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diálogos, propuestas, historias para una Ciudadanía Mundial

Ciudadano vigilante nueva relación entre sociedad y el gobierno local

Araceli Noemí BARRAGAN SOLIS

10 / 2000

La emergencia de diversos movimientos ciudadanos en el país durante los últimos años, trajo consigo el debate sobre el papel y fortalecimiento de ’la sociedad civil’, cuya característica sustancial ha sido la exigencia de una nueva relación entre éstas y el Estado que garantice el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos.

Desde la acción directa, la libre expresión de críticas y opiniones, el envío de cartas de inconformidad a los gobernantes, la solidaridad, la generación de múltiples espacios de encuentro y coordinación, hasta la vigilancia electoral y las intensas jornadas por la paz y la justicia, los sectores movilizados de la ciudadanía han adquirido una significativa autoridad moral y experiencia, lo que ha permitido iniciar una profunda reflexión sobre las tareas que habrán de emprender los movimientos ciudadanos en una nueva etapa de su desarrollo y articulación.

Seguramente, una de las principales lecciones se refiere a la revaloración de la ’sociedad civil’ como sujeto activo y propositivo, que se forma, actúa y ejerce -de hecho- sus derechos ciudadanos y que se convierte en ’vigilante’ de la acción de su contraparte: los poderes del estado en su responsabilidad de conducir adecuadamente la marcha del país.

Actualmente se desarrollan, en diversas partes del país, variadas experiencias de acción ciudadana permanente, muchas de ellas vinculadas todavía a los aspectos electorales, en tanto que otras han incorporado proyectos de comunicación, de educación cívica, generación de políticas sociales, planteamientos de políticas públicas desde la sociedad etc.; y en un nivel más general de articulación, las propuestas adopta un funcionario y la de realizar parlamentos ciudadanos como un espacio abierto de reflexión, análisis y propuestas de orientaciones y políticas sobre los asuntos que contienen las agendas de preocupación nacional.

Dentro de ese amplio campo de posibilidades de crecimiento de la iniciativa ciudadana, resalta la fuerza que puede alcanzar la vigilancia sobre la acción gubernamental en una coyuntura de politización de grandes sectores de la sociedad frente a un sistema que viene de décadas de corporativismo social y delegación de la representatividad del individuo.

Durante las dos últimas campañas electorales del partido oficial se han promovido propuestas atractivas al voto ciudadano pero que, o son inviables o son tiradas a la basura una vez que se asume el poder por sus candidatos; lo más grave de esto es la posterior aparición de propuestas y políticas no conocidas por nadie y que se constituyen un programa y actitud de gobierno, afectando a la gran mayoría de la sociedad y beneficio a los menos.

Frente a acciones de esta envergadura, la acción vigilante de la ciudadanía es un imperativo para evidenciar el mal ejercicio del gobierno y convocar a la sociedad a tomar posición frente a dichas acciones, pugnar por su reorientación y abrir cauces para la democratización de la vida nacional a partir de la participación y generación de propuestas de política desde la propia ciudadanía. En el mejor de los casos se espera establecer una adecuada relación de coordinación entre los ciudadanos y sus autoridades, lo cual debería empezar por el municipio.

Para ello se han entendido que ’vigilar’ no se limita a observar, sino, fundamentalmente, llevar a cabo, bajo un concepto de ’marcaje personal’, un análisis crítico y una valoración pública sobre los planteamientos y sobre las acciones gubernamentales; se trata también de presentar ante la sociedad las propuestas que el propio movimiento considere necesarias para el ’buen gobierno’ y para el enriquecimiento o reorientación de las políticas públicas.

Seguramente que un aspecto central a desarrollar es el que tiene que ver con la propia propuesta sobre participación ciudadana formulada por Ernesto Zedillo que, desde el tiempo de su campaña, se plantea ’como un aspecto fundamental en la toma de decisiones’ y, retornando los planteamientos de la sociedad civil, le ofrece ’tomar parte en la formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas, así como en las tareas de contraloría social sobre el desempeño de los servidores públicos’, a través de ’consejos consultivos a nivel municipal, estatal y federal.

Asimismo, Zedillo propuso ’un nuevo federalismo’ que significa llevar a cabo ’una profunda redistribución de autoridad, responsabilidades y recursos del gobierno federal hacia los órdenes estatal y municipal[...]’ comprometiéndose a fortalecer el municipio, retornar el sistema de coordinación fiscal, federalizar la educación y otorgar un papel protagónico a las comunidades en la promoción de sus propios intereses.

Como mencionamos antes, éstos son sólo algunos de los temas en los que el movimiento ciudadano puede desempeñar acciones de ’vigilancia’, existen muchos campos más de acuerdo al interés particular. Sin embargo, el movimiento se ha venido articulando regional y nacionalmente en torno a dos o tres aspectos centrales como son:

La implementación de una nueva ética de gobierno a los diferentes niveles, principalmente el municipal por ser éste el más cercano a su vida cotidiana.

El respecto a la participación ciudadana y todas sus formas de expresión y articulación a todos los niveles y no mediante formatos impuestos y estructuras corporativizadas, abriendo mecanismos novedosos que garanticen una nueva relación entre autoridades y ciudadanos en todos los campos de las relaciones sociales.

La instauración de un verdadero federalismo que reduzca el presidencialismo, y la centralización es, indudablemente, otro punto neurálgico de la acción ciudadana encaminada a recuperar la soberanía de los estados, la autonomía municipal, el reconocimiento de los derechos de los excluidos, así como, la inclusión misma de la ciudadanía en el ejercicio de gobierno y en la definición de programas y políticas a desarrollar.

Palabras claves

participación de los habitantes, sociedad civil, ciudadanía, gestión pública, responsabilidad ciudadana


, México, Mexico, Mexico dc

Comentarios

En la coyuntura actual del país, la tarea del ciudadano vigilante es primordial, trascendente e inaplazable. Los sectores movilizados de la ciudadanía la vienen asumiendo en todo su significado sumando cada vez más voces y acciones que buscan alcanzar su inserción en las definiciones del destino nacional. Este es un reto más en el compromiso de los gobiernos locales frente al compromiso de construcción de una ciudad plena.

Notas

La presente ficha es el resultado de la selección informativa de los escritos de opinión que publicó LUÉVANO PÉREZ Alejandro del equipo de Desarrollo y Gestión Municipal de COPEVI.

Fuente

Documento interno

LUEVANO PEREZ, Alejandro, COPEVI - PROGRAMA DE DESARROLLO Y GESTION MUNICIPAL, Artículos de opinión, COPEVI, 1997/07/00 (México), 2, 63

COPEVI (Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento) - 1o. de Mayo No. 151, San Pedro de los Pinos, México, D.F. 03800 MEXIQUE Phone: 52 55159627 - México - copevi (@) laneta.apc.org

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