En Cuba está teniendo lugar la mayor conversión que ha visto el mundo de una agricultura convencional a una agricultura orgánica o semi orgánica.
Cuando las relaciones comerciales con el bloque socialista se derrumbaron en 1990, las importaciones de alimentos bajaron más de la mitad, las de los plaguicidas lo hicieron en más de 77%, y la disponibilidad de petróleo para la agricultura en un 50%. El sistema agrícola experimentó un desafío doble: la necesidad de duplicar la producción de alimentos, mientras que sus insumos disminuían a más de la mitad y al mismo tiempo mantener los cultivos de exportación para no deteriorar más la desesperada situación de la balanza de pagos internacional del país.
Cuba se vio entonces ante la emergencia de un nuevo modelo para responder a la crisis, y la conversión de una agricultura convencional en agricultura orgánica. Los componentes agronómicos del proceso de conversión incluyen lo siguiente:
Administración integrada de plagas: Se construye bajo el sistema de monitoreo de plagas en gran escala. La táctica más importante es el control biológico sobre la base de la difusión de insectos parásitos y depredadores y el uso de bioplaguicidas.
Manejo de los suelos: En la restauración de la fertilidad se usan, entre otros, los biofertilizantes y las modificaciones del suelo que se obtienen del estiércol, cultivos rotativos, y una producción a escala industrual de humus de alta calidad utilizando lombrices de tierra como agentes de composta.
Asociación de cultivos: Se cultivan dos o más especies en el mismo terreno, por ejemplo maíz- mandioca, plátano- mandioca; café - taro; maíz - taro.
Reforestacíon.- Cuando los españoles llegaron a Cuba, alrededor del 80% de la superficie estaba cubierta por bosques. Por 1959, los bosques cubrían solamente el 17% del territorio. Bajo el nombre de Plan Manatí, en 1989-1990 se reforestaron más de 200,000 ha. Hoy la superficie cubierta por árboles es de 18%.
La recuperación del conocimiento y de los saberes que los campesinos tienen sobre las técnicas agrícolas tradicionales, así como su participación con el estado en la generación y diseminación de tecnologías, es un componente fundamental del cambio.
El cambio de dirección de la ciencia: El gobierno cubano pidió innovaciones tecnológicas a sus científicos que son el 11% de la población. Puso énfasis en la capacitación de recursos humanos creando cuadros de científicos e investigadores para que produjeran ideas innovadoras y conocimiento intensivo para enfrentar la crisis.
Reordenamiento de la población que cultiva, mediante incentivos a voluntarios que trabajen en el campo, recibiendo mayor sueldo que en el trabajo que se encuentren, que además puede aumentar según la productividad obtenida.
Servicio social agrícola obligatorio: De acuerdo al Plan Turquino, la tareas agrícolas son obligatorias para todos los jóvenes en servicio militar. El plan incluye un componente femenino voluntario.
Huertas comunales en la ciudad y en la provincia: Con el objetivo de aumentar rápidamente la producción de vegetales y hacer que el área que rodea a la Habana sea tan autosuficiente como sea posible. La Habana y su región concentran el 30% de la población del país, la cual depende del resto del país para satisfacer sus necesidades de alimento.
Son pocos los países que hubieran podido enfrentar los golpes que han sacudido a Cuba desde 1989 sin una hambruna generalizada. Si la unidad de planeación no hubiera sido abarcativa, y sin la capacidad del gobierno para implementar un plan de largo plazo para desarrollar el recurso humano y la capacidad científica, no hubiera sido posible considerar un modelo alternativo. Sin el alto grado de organización que exhibe la sociedad cubana, los recursos escasos no hubieran podido ser movilizados para contrarrestar la brusca disminución de importaciones de alimentos. A la luz de esto, es notable que el insumo de calorías no haya bajado más del 30%.
Finalmente, en contraposición al modelo de monocultivos a gran escala, en donde hay una separación entre administradores y granjeros, el Modelo Alternativo cubano, ha fragmentado muchas granjas en unidades más pequeñas, y los equipos de producción trabajan la misma parcela desde la producción hasta la cosecha, ya que uno debe conocer cada pedazo del suelo que cultiva.
Sin una economía planificada como ésta, es improbable que se implementaran tan rápidamente los resultados de las investigaciones agroecológicas.
política agrícola, agricultura orgánica, reforestación, conocimiento tradicional
, Cuba
Artículo también publicado con el título "Cuba’s Nationwide Conversion to Organic Agriculture". En: Capitalism, Nature, Socialism, Vol5. N° 19. Sept/1994
Artículos y dossiers
ROSSET, Peter; BENJAMIN, Medea, Cuba elige una agricultura orgánica in. Salud, Problema y Debate, 1995 (Cuba), Primavera 95
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