Satisfaciendo las necesidades de las bases
09 / 1994
La televisión comunitaria en los Estados Unidos ha llegado a un punto decisivo. Si bien goza de una significativa presencia y participación del público, la estructura legal y las presiones comerciales de los últimos cambios en sistemas de comunicación electrónica amenazan su existencia. Los militantes en favor de la televisión comunitaria están enfrentando este desafío de varias maneras: expandiendo su alcance dentro de las comunidades, creando redes entre ellos mismos y otras organizaciones dentro de los medios de comunicación y abriéndose a las nuevas tecnologías.
La televisión comunitaria en los Estados Unidos existe más que nada en forma de acceso público a los sistemas de cablevisión. El acceso público propociona espacios gratuitos en los canales, equipos de producción portátiles o de estudio, formación y alguna forma de publicidad de programación, ya sea en forma de boletines o de difusión televisiva de los horarios de programas. Habitualmente, estos medios y servicios están coordinados por una organización sin fines de lucro. Dicha organización está financiada en gran parte por honorarios establecidos dentro del contrato de la concesión y por otros contratos con compañías de cablevisión. (La concesión es el contrato entre la compañía de cablevisión y la municipalidad o condado que recibe sus servicios).
La televisión de acceso público está basada también en la Primera Reforma de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza el derecho a la libertad de expresión. Por ejemplo, la televisión de acceso público fue conceptualizada originalmente como el equivalente electrónico de las plataformas improvisadas al aire libre para oradores populares que utilizaron las generaciones prededentes.
El surgimiento de la televisión de acceso público está relacionado con la lucha de los productores de medios de comunicación independientes en los años 70 por una mayor diversificación de los puntos de vista en la televisión financiada con fondos públicos, con la idea de que el propósito de la televisión era el de representar a la nación a sí misma. Esta lucha se basaba en la redefinición del significado de la democracia, forzada por las sublevaciones populares de los años 60, que afirmaban que el discurso público no solo debía ser más diversificado, sino que debía incluir las voces de los sectores menos dominantes y menos poderosos de la sociedad. Estos conceptos alimentaron la lucha por una televisión de acceso público durante los años 70 y 80.
En 1994, la Alliance for Community Media, una organización con miembros provenientes de organizaciones de acceso público y partidarios, descubrió que 1,2 millón de voluntarios producían más de 20.000 horas de programas en más de 3.000 centros de acceso público, educativos y gubernamentales a través de los Estados Unidos. Estos programas fueron producidos por una gran variedad de individuos y organizaciones sin fines de lucro e incluían programación en varios idiomas, incluyendo español, vietnamita, farsi y portugués.
A pesar del gran crecimiento, la existencia de la televisión comunitaria está amenazada por las formas que está tomando el desarrollo de la tecnología de la comunicación. Por ejemplo, la legislación federal para la cablevisión permite que las municipalidades y los condados pidan que se los provea de acceso público, educativo y gubernamental en sus contratos de concesión. Sin embargo, las compañías telefónicas no tienen estas obligaciones, ni aún estando en posición de proveer servicios de video y una gran variedad de servicios de comunicación e información electrónica. Los militantes en favor de una televisión comunitaria están luchando contra esto de varias maneras.
En primer lugar, se aseguran de satisfacer las necesidades de las bases. Por ejemplo, el Manhattan Neighborhood Network (Red del Vecindario de Manhattan), en la ciudad de Nueva York, estableció un fondo de financiamiento para que las organizaciones comunitarias puedan tener acceso a la formación y al equipo para sus barrios y distritos. Entre los beneficiarios hay una organización artística para niños del barrio de Harlem, un grupo de militantes del Barrio Chino y un grupo de mujeres latinas de un barrio predominantemente puertorriqueño.
La producción en colaboración y el programa de intercambio nacional es otra de las maneras por las cuales los militantes incrementan su fuerza y visibilidad. Deep Dish TV se estableció en 1986 con el fin de utilizar satélites para distribuir programas a los canales de acceso público en todo el país. Su mezcla ecléctica de programas documentales, dramáticos, experimentales y autobiográficos, proviene de las bases. La temporada primaveral de Deep Dish, que se concentraba en la reforma del plan nacional de salud, se produjo y se programó luego de un año de discusiones con unas de 100 organizaciones alternativas de salud, militantes y organizaciones comunitarias para determinar prioridadess en cuento a temas y perspectivas.
La presente transición también ocasiona el desarrollo de una red más amplia: las comunidades de medios de comunicación independientes, de base y alternativos en los Estados Unidos comienzan a trabajar juntos con más regularidad con tareas que van desde informar sobre las actividades y servicios de los otros en sus boletines hasta participar juntos en conferencias.
La conexión en red comienza a complementarse con la expansión de la variedad de tecnologías mediante las cuales se ofrecen los servicios. Los centros de televisión comunitaria comienzan a explorar la edición electrónica, Internet y otros tipos de redes por computadora, correo vocal, radio por cable y hasta teleconferencias por satélite. Hasta la fecha, sólo un puñado de centros de acceso avanzado en esta dirección.
La Minneapolis Television Network, de Minesota, incluyó la edición electrónica y recogió fondos para un proyecto piloto de acceso a Internet. La Davis Community Television, de California, propociona acceso y formación en un proyecto comunitario de acceso a Internet. Igualmente, el Grand Rapids Public Access Center desarrolló una estructura cooperativa para varios proyectos de medios de comunicación, incluyendo una emisora de radio, un archivo de películas, un "freenet" con una pizarra para un boletín comunitario y acceso a Internet.
Al parecer, cuando una televisión comunitaria en los Estados Unidos evoluciona y se torna un recurso significativo de comunicación, debe redefinirse. Como dijo la reina en "Alice Through the Looking Glass", del escritor Lewis Carroll: "¿Hay que correr mucho para quedarse en el mismo lugar!"
comunicación
, Estados Unidos de América
Diana Agosta trabajó en la televisión comunitaria durante más de 10 años y obtuvo su título en antropología de la City University of New York.
Contacto: Alliance for Community Media, 666 11th St. NW, Suite 806, Washington, DC 20001-4542
Deep Dish TV Network, DeeDee Halleck, 339 Lafayette St., New York, NY 10012,USA. Tel (1 212)473 8933. Fax (1 212)420 8223. deepdish@peacenet.apc.org.
Artículos y dossiers
Videazimut, Televisión local, comunitaria y de acceso público in. Clips, 1994 (Canada), 6
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