La televisión comunitaria llega a Australia

¿Aquí estan pasando cosas muy estimulantes!

La televisión comunitaria para la población en general tardó mucho tiempo en llegar a Australia. Ahora, todo ocurre tan rápidamente que el descanso que antes permitía la inactividad del gobierno es, a veces, razón de nostalgia.

En 1993, el gobierno australiano otorgó las licencias para Community Television (C.T.V.). Para simplificar, existen seis frecuencias de televisión otorgadas para difusión terrestre en el aire en toda Australia: las cinco redes existentes y la última frecuencia disponible que ahora pertenece a la televisión comunitaria -UHF-31.

Habiendo utilizado esta frecuencia en virtud de acuerdos de licencia restrictiva, los grupos de la C.T.V. reclamaban la frecuencia desde hace ya algún tiempo. Durante los últimos siete años, los grupos de la C.T.V. realizaron "transmisiones de prueba" utilizando pequeños transmisores de tipo "microemissora" para difundir durante una semana o más a las localidades más cercanas.

Ahora que se otorgó nacionalmente una frecuencia para C.T.V., toda comunidad que no reciba aún el servicio de una estación C.T.V. existente puede solicitar una licencia en nombre de la población del área en general. En algunas grandes ciudades, ya se ha comenzado a transmitir de manera continua. Otras estaciones saldrán al aire en los próximos meses. Es probable que dentro de un año la mayoría de los Australianos tengan en el aire un servicio de C.T.V. como uno de los seis canales posibles.

La Televisión de Acceso Público se presenta atrasada, aunque repentinamente, en el paisaje de la radiodifusión australiana. Está muy ligada al surgimiento de nuestros mecanismos de transmisión. La "Super (o tal vez no)Carretera" a través de cables de fibra óptica recién comienza un intento de desarrollo bajo algunas calles urbanas de Australia. Irónicamente, la ausencia de opciones de cablevisión permitió que C.T.V. asegurara un vehículo hacia las viviendas y resulto mucho más potente de lo que hubiera sido en otros casos. ¿Tal vez valió la pena esperar!

Es interesante comprobar que los provedores del futuro servicio de cablevisión de Australia parecen estar interesados en incorporar nuestro C.T.V. a su selección de servicios. Con este propósito, ya se llevaron a cabo las "pruebas de cable". Mientras trabajamos para obtener el mejor uso de las opciones terrestres, nos cortejan los futuros operadores de cablevisión.

Una cosa es tener el acceso y otra es lograr algo significativo con él. Cada estación C.T.V. en Australia tiene su propio modelo para incorporar las ideas de la comunidad cuando se trata de la administración de los altos costos de la compra de un transmisor y de la dirección de la estación. Sin compromisos de financiamiento gubernamental, C.T.V. tendrá que sobrevivir con su capacidad de iniciativa y el apoyo de la comunidad.

Al parecer, el futuro de la C.T.V. australiana queda en manos de la población. Por el momento, la guerra por las ondas de difusión está ganada. Ahora queda el desafío de afianzar una cultura de participación comunitaria antes de que nos inunde una multitud de usos negligentes de la comunicación.

Es reconfortante saber que tenemos amigos en otros países del mundo y que comparten nuestras ideas. Esperamos poder continuar inspirándonos en el vasto mundo de la televisión comunitaria y local.