La modernización de la agricultura y sus efectos sobre los pueblos indígenas
08 / 1996
La opresión de los indígenas actualmente, sobretodo en América Latina, está estrechamente ligada a diversos aspectos de la globalización, entre ellos a la modernización de las actividades agrÍcolas, forestales y mineras; a la elección de políticas económicas orientadas a la exportación y políticas agrícolas de uso intensivo de productos químicos; y de políticas energéticas centradas en el petróleo y las grandes plantas hidroeléctricas. En Australia y Nueva Zelandia, procesos como el de la expansión de la minería y la modernización de la pesca han sido importantes factores de opresión y persecusión de los pueblos indígenas. Todos esos factores de la opresión de los indígenas en diferentes continentes, no por coincidencia, son igualmente factores relevantes de destrucción ambiental. Por estar la agricultura tan directamente ligada a uno de los principales y más dramáticos aspectos de la opresión de los pueblos indígenas - - el empobrecimiento y el hambre, elegimos centrar nuestra atención en los efectos de la modernización agrícola, como ejemplo de la manera en que la globalización competitiva afecta a los pueblos indígenas.
1. La base productiva tradicional, sea de las naciones, sea de poblaciones rurales o de sociedades indígenas, es de autosuficiencia alimentaria. Su destrucción es el principal factor que lleva a la irrupción del hambre.
2. La agricultura mundial alcanzó por primera vez en su historia la capacidad de satisfacer la demanda alimentaria de todo el planeta. El hambre crónica de 800 millones de habitantes de la Tierra es obra humana, no fenómeno natural. Hay suficiente alimento en el mundo para ofrecer a todos los seres humanos alrededor de 2.500 calorías por día - - 200 calorías más que lo mínimo necesario (PNUD). Sin embargo, la propia naturaleza del sistema global de mercado impide que esto ocurra, empujando una gran parte de la población mundial a condiciones de pobreza y privación abyectas. Hoy el hambre no es consecuencia del "falta de alimento". Ocurre como resultado de las relaciones mercantiles que predominan y es un fenómeno global. Se estima en en los EE.UU. existen 30 millones de hambrientos.
3. Los factores del hambre incluyen distribución deficiente de alimentos, sobreproducción de granos básicos y otros productos, mercantilización de los alimentos básicos, falta de poder aquisitivo. Pero el factor más importante es la falta de acceso a los bienes productivos y la pérdida del derecho a la autosuficiencia alimentaria, aunque relativa. El acceso a alimentos proviene de acceso a recursos productivos, incluso la tierra, trabajo e ingreso seguro. Sin esos, ni el mercado ni las intervenciones estatales lograran superar la inseguridad alimentaria y el hambre. Unos 800 millones de personas sufren de hambre actualmente, en el mismo mundo de la telemática, de la conquista del espacio, de los imágenes virtuales y de la globalización de la agroindustria.
4. El acta final de la Ronda Uruguay da libertad irrestricta a los gigantes de la alimentación para entar en los mercados de semillas de los países en desarrollo y establece "derechos de los cultivadores de plantas" a costa de millones de pequeños agricultores y pueblos indígenas, que tienen un tesoro de conocimientos botánicos y fitopatológicos acumulados. El reconocimiento de "derechos exclusivos de propiedad intelectual" por los grupos agroalimentarios globales sobre variedades botánicas también favorece la destrucción de la biodiversidad. Constituye una forma de proteccionismo, una privatización del patrimonio cientifico colectivo de la humanidad y una amenaza a la seguridad geoecopolítica efectiva de pueblos y naciones.
5. Desde principios de 1980, los mercados de granos están desregulados bajo supervisión del Banco Mundial. Los excedentes de granos de Estados Unidos y Europa son usados para destruir el campesinado y desequilibrar la agricultura alimentaria nacional. La seguridad alimentaria es redefinida en función de la lógica de la eficiencia global, que corresponde a los intereses de los grupos agroindustriales. "Producen y venden alimentos los más eficientes", es la consigna de esos grupos. Con eso, la subsistencia de comunidades, pueblos y naciones pasa a depender de ellos. Tratan de sofocar la perspectiva de seguridad alimentaria ligada a la auto-suficiencia. La tendencia, por ende, es el estancamiento de la producción de alimentos básicos y la reorientación de la agricultura a los alimentos procesados, de alto valor agregado.
6. Las transformaciones en la economía global desde los 80 están redefiniendo la estructura de la industria y la agricultura. La producción familiar es llevada a la quiebra, el productor agrícola pierde el control de la tierra que trabaja en pro de grandes terratenientes o para bancos acreedores. Las sociedades indígenas son enajenadas de sus territorios o forzadas a acuerdos muchas veces desfavorables para ellas. En los países en desarrollo, el campesino, y muchos indígenas, se transforman en un ejército de trabajadores sin tierra, empobrecidos, migrantes temporales. El ingreso de los agricultores en los dos hemisferios se transfiere a las empresas agroindustriales globales, que controlan simultáneamente los mercados de granos, insumos agrícolas, semillas y alimentos industrializados.
7. En este contexto, aún una política bien intencionada como la de participación de pueblos indígenas "en la planificación de sus propios futuros", planteada por el Banco Mundial esconde una política etnocéntrica. Dejados en paz, los pueblos indígenas han logrado sobrevivir durante milenios, hasta la invasión europea, la expansión de la moderna industria y la globalización del modelo de desarrollo exógeno, centrado en la competencia entre grandes capitales. Pretender llamar los indígenas a "participar en la planificación de sus propios futuros" es meterse uno en su presente sin haber sido llamado o invitado. Este ha sido siempre el estilo de los colonizadores. Imponerse primero, y después tratar de cooptar o aniquilar.
8. El caso de Brasil es ejemplar. Se estima que cuando los europeos llegaron a Brasil en 1500, vivían en ese inmenso territorio alrededor de cinco millones de nativos. Casi cinco siglos más tarde, su número se redujo a 270 mil. Los indígenas son las principales víctimas de la penetración de relaciones de explotación e internalización de la Amazonia.
agricultura, hambre, nutrición, transnacional
, América Latina
Biodiversité : le vivant en mouvement
Ficha derivada del resumen de la presentación hecha en la Consulta "Evangelio y Cultura", organizada por la Federación Luterana Mundial en Santa Cruz de La Sierra, Bolivia, 21-24/11/95. Transferencia a DPH: GAF / GEA-PASOS
Actas de coloquio, encuentro, seminario,…
ARRUDA, Marcos, PACS=INSTITUTO POLITICAS ALTERNATIVAS PARA O CONE SUL, Globalización y Pueblos Indígenas, 1995/11/28 (Brasil)
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