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diálogos, propuestas, historias para una Ciudadanía Mundial

Preparados para ir pero no para volver

Los problemas de una volontaria de Niños Refugiados del Mundo a la vuelta de su estancia en un campo de refugiados guatemaltecos

Amaia ZABALO

06 / 1997

Como voluntaria me fui en un campo de refugiados guatemaltecos, en el marco de la ONG, Niños refugiados del mundo. Como educadora queria dar unos meses a niños mas desfavorecidos que los viviendo en mi propio país - España. En ningún momento pense en las dificultades que esto iba a producir sobre mi vida.

En Junio de 1994 viaje hacia Guatemala. Mi destino final era Nebaj, un pueblo que está al Norte de este bello país. El objeto de este viaje era trabajar durante dos años con la ONG Niños Refugiado del Mundo, en el programa de Jardín Infantil. Mi función allí era la de formación de educadores y coordinadores, hacer seguimiento de los centros, realizar material pedagógico... Fuera de lo profesional, me fui introduciendo en la cultura ixil, conociendo su gente, sus tradiciones, su música, sus fiestas, sus alegrias y sus penas. Encontré un pueblo que aunque había pasado mucho dolor, era fuerte ya que no había perdido la esperanza. Desde el principio, la magia de esta cultura me atrapó, me caló. Nunca sería uno de ellos pero me integré sin problemas. Pero, terminó mi trabajo allí. Sabía que el regreso iba a ser duro. Antes lo había vivido cuando regresé de Rumanía donde estuve cuatro meses.

Pero, eso es otra historia. Me creía preparada para enfrentarme a la separación con esa cultura que había rodeado durante dos años, para encontrame con mis raíces, con mi gente. El momento que ví Nebaj por última vez, sentí como que algo dentro de mí se rompía. Me dije que era normal y que al llegar a mi tierra se me pasaría. Cuando regrese a mi tierra me sentí extraña,"extranjera" en mi propio país. El reencuentro con el consumismo, las comodidades era difícil. Todo era superficial, nada tenía sentido. Me reencontré con los amigos y todos me escucharon y me entendieron. Pero, tres meses más tarde, cuando más necesitaba su comprensión, ya que seguía sintiendo todavía ese mal estar, no la tuve.

Una vez que me fuí readaptando a este mundo, empecé a plantearme que hacer con mi vida : ¿integrarme en el trabajo "normal" ? ¿Volver a irme? Soy maestra de profesión y durante los dos años que estuve fuera de mi país, pusieron en marcha una reforma educativa. Y mi "viejo" título de maestra no servía de gran cosa si no seguía una formación. A demás el paro es muy elevado y las posibilidades de encontrar un trabajo mediamente interesante son pocas. ¿ Volver a irme ? ¿ Para volver a pasar por lo que estaba pasando ?

Han pasado 10 meses de mi regreso. Aúnque la readaptación no ha sido completa, estoy mejor en mi interior, sigo sin trabajo y decidí por volver a irme. ¿Todo este dolor, esta angustia ? ¿No se podría evitar ? Creo que sí. Nos prepararan demasiado cuando nos vamos, pensando que la idea es dura. Pero, en realidad, lo peor de todo es el regreso. ¿ Es que a todo el mundo le pasa igual ?

Palabras claves

Guatemala, España

Notas

La autora es maestra. Ha trabajado en España como maestra durante un año, como animadora durante 3 años, en Rumania durante 4 meses con la asociación FARA y en Guatemala durante 2 años con la asociación NRM.

Fuente

Texto original

(France)

ERM (Enfants Réfugiés du Monde) - 34 rue Gaston Lauriau, 93512 Montreuil cedex, FRANCE - Tél. : 33 (0)1 48 59 60 29 - Francia - erm (@) erm.asso.fr

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