Antecedentes
03 / 1996
La experiencia de desarrollo rural que se presenta en estas fichas, se inscribe dentro de la Estrategia para el Desarrollo Sostenible de las Llanuras de Tortuguero. En la coordinación de esta estrategia participan la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), la Unión Europea (UE), el Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas (MIRENEM)y distintos organismos locales. Su contexto es el de un desarrollo social, económico y productivo de la zona de influencia del área de conservación, cuyas consecuencias sobre el medio natural permitan su preservación y su defensa.
Para la organización postular un programa que incida sobre la estructura productiva de una región equivale a definir una política de transformación de la geografía productiva que permita vivir y producir a los habitantes de esa región. Para ellos diseñar una estrategia de desarrollo en un área que esté definida a partir de criterios de conservación del medio es una labor cuya complejidad se expresa en:
i)La ausencia de experiencias previas en zonas de las características de las Llanuras de Tortuguero. ii)Los problemas existentes en cuanto a la definición de políticas estatales respecto a la posesión de tierras de la mayoría de los campesinos que habitan las áreas bajo algún régimen de conservación. iii)Las dificultades de acceso, comercialización y la deficiente infraestructura productiva y social de la zona. iv)La existencia de procesos masivos de compra de tierras para ubicar fincas bananeras en las áreas perifericas a las de conservación y en las zonas cercanas a las comunidades campesinas. v)Las difíciles condiciones agroecológicas existentes.
En los últimos años ha ocurrido una difícil situación política y social derivada de las multiples contradicciones entre los distintos actores locales e institucionales que de una u otra manera tienen que ver con la estrategia de conservación. Esto, acrecentado por una situación en la que prevalece una condición de lucha por la tierra, una extrema pluralidad socio-cultural y productiva, la consolidación de sistemas de producción tradicionalmente dicotómicos con las economías campesinas y una presión extraordinaria sobre los recursos naturales.
Sobre esa base, la Unión de Pequeños Agricultores del Atlántico (UPAGRA), en su calidad de organización representativa de los pequeños y medianos agricultores de la vertiente caribe de Costa Rica, ha diseñado una estrategia que asegurando el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de los campesinos, permita la articulación de sus sistemas de producción con las áreas de conservación, permitiéndoles su persistencia y protección.
Las ideas en las que se afinca de esa estrategia han sido elaborados por el Consejo Campesino Justicia y Desarrollo y se constituyen en la base conceptual de las políticas regionales que tanto UPAGRA como las otras organizaciones afiliadas al Consejo han tomado como su plataforma de acción en desarrollo.
Las políticas establecidas por las organizaciones campesinas costarricenses como el marco para su proyecto futuro, plantean la necesidad de establecer un concepto de desarrollo alternativo que no signifique únicamente la búsqueda de la rentabilidad máxima, abstrayéndose de criterios de conservación de las condiciones de producción, del medio natural y de las expectativas de los campesinos. Establecen que una opción real de desarrollo para los campesinos sólo es posible a partir de una estrecha relación entre lo productivo, lo económico y lo político y ésta se dé en el marco de una definición elaborada por sus propias instancias.
Por eso postulan que un modelo pertinente de desarrollo debe afincarse tanto en la experiencia histórica de los campesinos como en sus proyectos para el futuro. En ese modelo, se plantean como ideas centrales:
i)El desarrollo de los individuos en tanto personas y productores independientes. ii)El uso racional de los recursos naturales. iii)El compromiso de heredar a las futuras generaciones una región libre de la pobreza, la guerra y la depredación incontrolada del medio natural.
Conciben, por tanto el desarrollo alternativo en forma integral, reconociéndose los campesinos tanto como parte del ecosistema, como en tanto ciudadanos con derecho a organizarse, a expresar sus ideas y a postular sus propios proyectos de acuerdo a sus necesidades y a las características propias de cada región del país.
"Debemos defender nuestro derecho de vivir en el medio, y pensar cómo desde ese medio, podemos plantear un nuevo modelo de desarrollo, el cual no existe, que hay que construir, que es posible crear otra alternativa de desarrollo más digna y que desarrollo no significa, importación de paquetes tecnológicos o endeudamiento masivo, que desarrollo no significa vender nuestra tierra a las transnacionales. Que nosotros, podemos levantar un estilo de desarrollo a partir de nuestra realidad; y a la vez que debemos de involucrar a otros sectores sociales a discutir este nuevo planteamiento." (Wilson Campos, CCJD 1991.)
De allí que desde los pequeños y medianos productores, empiecen a surgir conceptos alternativos que apuntan a construir una nueva lógica productiva basada en la experiencia campesina y que se estructura a partir del concepto de desarrollo sostenible. En este, el núcleo de la dinámica socioeconómica es el uso racional y responsable de los recursos y no la explotación irracional, basándose en la diversificación productiva y la organización social y política de los productores. Por tanto, concibe la producción socialmente organizada, como el núcleo de la gestión y la toma de decisiones ante el Estado y los demás sectores sociales.
"Los pequeños y medianos productores centroamericanos tenemos el derecho (logrado durante mucho tiempo), de asegurar la producción agropecuaria que nuestros países requieren, y eso significa, la necesidad básica de todas las personas de tener una buena alimentación a partir del consumo de granos, carnes y grasas. Por lo que debemos superar la idea que la seguridad alimentaria se reduce al consumo de granos básicos y pasar a un concepto en el cual la diversidad agrícola y pecuaria de nuestros países, es un gran potencial en manos de los pequeños y medianos productores para impulsar un esquema de desarrollo alternativo." (Carlos Hernández, CCJD 1991).
"El fondo de nuestro planteamiento es que el enfoque del desarrollo sostenible debe constituir el marco conceptual para establecer los lineamientos del futuro desarrollo regional. Como definición, se parte de la afirmación de que - de ahora en adelante- la viabilidad de éste depende del aprovechamiento racional de los recursos naturales, de modo que éstos generen los bienes necesarios para impulsar el desarrollo, permitiendo su oportuna reproducción y utilización permanente en el tiempo. Supone, además, establecer nuevos parámetros para medir la eficiencia económica y social y la rentabilidad del proceso productivo proponiendo un esquema de desarrollo con uso racional de los recursos, tasas de ganancia no máximas pero sí suficientes, además de una producción de bienes de verdadera calidad para el consumo." (Wilson Campos, CCJD 1991).
desarrollo regional, organización campesina, política de desarrollo
, Costa Rica, Limón
Ficha del Convenio RIAD-VNU, transferida a DPH por G. Alatorre, GEA-PASOS
UNION DE PEQUEÑOS Y MEDIANOS AGRICULTORES DEL ATLANTICO, 1995/12/15
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