Los contenidos culturales del fenómeno del sicariato (práctica ligada directamente al tráfico de drogas)se expresan en un cierto "estilo de vida" implementado por los jóvenes sicarios. Estos contenidos se nutren de un lado, de la reproducción de "valores" culturales ancestrales del "paisa" -nombre genérico para designar a las personas nacidas en el departamento de Antioquía. Valores que desarraigados del contexto que les dió origen y sentido, solo contribuyen a la desagregación de las identidades culturales y de otro lado, de la implementación de nuevos "valores" propios de la sociedad de consumo surgidos a la luz de influencias externas, fundamentalmente norteamericanas, como la del fenómeno punk o los "rockeros", o la imitación de "estilos" de ciertos personajes de guerra "modernos" percibidos a través del cine y la televisión (tipo "Rambo").
Esto a permitido a los investigadores hablar de una "subcultura del narcotráfico". El concepto de subcultura, frecuentemente utilizado por la literatura criminológica para designar grupos de delincuencia urbana, remitiría a dos aspectos particulares:
1. A prácticas específicas gestadas dentro de una cultura, y
2. A grupos sociales portadores de comportamientos y estilos relativamente diferenciados del conjunto social.
El narcotráfico ha generado en Colombia -concretamente en Medellín- los elementos de una "identidad cultural específica" a partir de las bandas juveniles que se ha ido proyectando a otros grupos sociales. Una "nueva" cultura que desprecia el orden jurídico y los principios que han servido para organizar la sociedad. Si bien son claros al afirmar que "lo cultural" no es la causa directa de la violencia, lo plantean como "un factor de predisponibilidad hacia actitudes y comportamientos".
Palabras claves
identidad cultural, modelo cultural
, Colombia
Comentarios
Si bien la consideración de los aspectos culturales y la reflexión a este nivel en su ligazón con la violencia, es un terreno que apenas empieza a explorarse, lo cierto es que la violencia colombiana parece tener bastantes elementos "culturales" a considerar. Como lo muestra el sicariato y en general el tráfico de drogas, los efectos que en el terreno de la "cultura" han producido en la sociedad, invitan a tener en cuenta estos aspectos que hasta ahora aparecen muy empíricamente pero con una gran riqueza para una reflexión teórica al respecto.
La complejidad de un debate sobre lo que es o no la cultura, lo cultural, una "subcultura", parece, en todo caso, absolutamente indispensable así como orientar el análisis de la violencia hacia ese tipo de procesos. En efecto, podríamos preguntarnos si no son acaso los "contenidos culturales" los mecanismos a través de los cuales las sociedades han ido "institucionalizando" las relaciones violentas entre los hombres.
Notas
El título original del libro es "Medellín: las subculturas del narcotráfico"
Fuente
Libro
SALAZAR, Alonso; JARAMILLO, Ana Maria, CINEP. CORPORACION REGION, CINEP, 1992/09 (Colombia), "Sociedad y conflicto"
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