Los bosques como sumideros de carbono

Los bosques y sus suelos contienen globalmente más carbono que lo que hay actualmente en la atmósfera. Al perderse los bosques, el carbono contenido en los árboles se libera a la atmósfera, ya sea rápidamente, con el fuego, o más lentamente con la descomposición. Si el terreno se cultiva, también se pierde alrededor del 25% del carbono contenido en una capa de suelo de un metro de espesor. El aprovechamiento forestal, cuando permite el restablecimiento del bosque, no sólo no contribuye en el largo plazo al efecto de invernadero, sino que puede propiciar una acumulación neta de carbono cuando la madera se usa en la construcción de casas, muebles u otros productos duraderos.

La medición de los flujos netos de carbono que se producen con los cambios en el uso del suelo no es directa. Se hacen cálculos con modelos que siguen la evolución de las superficies y edades de los ecosistemas en diferentes tipos de uso del suelo, y rastrean el destino del carbono inicialmente contenido en el ecosistema. Se contempla también en los cálculos la reacumulación de carbono en la vegetación y los suelos de los bosques en recuperación, el abandono de la agricultura, y la reforestación de otros terrenos.

Emisión y acumulación potencial de carbono

Si en los Trópicos continúa la desforestación a las tasas actuales, dentro de un siglo la mayoría de los bosques habrá desaparecido, liberando en el proceso de 100,000 a 300,000 MTon-C (millones de toneladas de carbono)a la atmósfera. Varios escenarios pueden considerarse:

a)Las cosas siguen como hasta ahora: cada año se emiten 8,000 MTon-C a la atmósfera (6,000 por quema de combustibles fósiles y 2,000 por desforestación.

b)Si se detiene la desforestación, las emisiones se reducirían de 8,000 a 6,000 MTon-C anuales.

c)En otra estrategia, se llevaría a cabo una reforestación masiva, por regeneración natural o plantación, en cientos de miles de hectáreas. 100 millones de ha podrían reforestarse en Europa. En los trópicos habría unos 500 millones de ha de terrenos degradados susceptibles de reforestarse, y otros 365 millones de ha de terrenos en descanso, que podrían recuperarse como bosque si se lograra sedentarizar la agricultura. Si todos estos terrenos se reforestaran, podrían sustraerse 150,000 MTon-C de la atmósfera en un siglo. Pero la cosa no es nada fácil; se requeriría para ello de una superficie de 500 a 1000 millones de hectáreas; y la reforestación en terrenos abandonados puede requerir de muchos insumos, ya que en general los suelos se encuentran deteriorados.

Se necesitan de 100 a 200 millones de ha para sustraer 1,000 MTon-C de la atmósfera en un año. Es un área muy superior a la que se requiere para liberar 1,000 MTon-C anuales; esto es porque el crecimiento toma décadas, mientras que la liberación del carbono es rápida (en ocasiones sólo toma un año).

La superficie disponible para la acumulación de carbono en agroforestería tropical (cultivos y pastizales)es aproximadamente de 1,900 millones de ha. Si se plantaran árboles dispersos, se lograría una acumulación de 1,500 MTon-C.

Sin embargo, las plantaciones o la agroforestería son sólo una solución temporal. Los árboles al madurar pierden la función de sumideros.

d)Aunque hoy no es practicable, puede formularse una cuarta estrategia: el uso de biomasa como combustible. No se trataría de usar directamente madera, sino etanol, hidrógeno o algún otro combustible que permitiera un uso y transporte eficiente. Esto no eliminaría las emisiones, pero bajo un manejo sustentable, el carbono emitido por la quema de biomasa se acumularía en los bosques donde estaría produciéndose el combustible de las siguientes años.

En teoría, si se detuviera la desforestación y se aplicara este esquema, las emisiones podrían reducirse a cero. Obviamente, una mayor eficiencia energética y el uso de otras fuentes renovables de energía permitirían reducir las necesidades de todo tipo de combustibles.