Fundaciones Iberoamericanas

El mundo fundacional en Latinoamérica responde a regímenes jurídicos y fiscales diversos, inspirados en ideas originales de cada país, o en distintas normativas europeas. En ciertos países, como Venezuela, México, Colombia, Chile y Argentina, el desarrollo de estas instituciones avanza a paso cada vez más firme. Incluso ciertas Constituciones consagraban el "derecho de fundar". En otros, por el contrario, no existe une legislación completa al respecto.

En lo referente al "patrimonio social", para obtener la personería jurídica, toda entidad civil debe demostrar que posee un patrimonio propio inicial que posibilite el cumplimiento de los fines por los cuales se ha constituido. En casos como la Argentina, este principio se ha desvirtuado en la práctica, ya que el depósito es meramente simbólico. El "plan concreto de actividades" casi no está consagrado en las legislaciones iberoamericanas. En cuanto al tratamiento fiscal, existe en la mayoría de los casos exención de impuestos para las fundaciones, así como ciertas deducciones para los donantes.

Durante la Segunda Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en Madrid en julio de 1992, se hizo una llamada a las fundaciones, pidiendo su colaboración como expresión de la sociedad civil. Se habló entonces de "reformas de largo alcance, mediante el desarrollo de programas multilaterales de cooperación en ciertas áreas específicas para evitar la dispersión de esfuerzos".

En cuanto a los tipos de fundaciones existentes en América latina, se pueden citar los siguientes:

* fundaciones dedicadas a la investigación (salud, economía, tecnología y ecología...);

* fundaciones que trabajan en materia de asistencia social o de beneficencia;

* aquellas que tienen por objeto el desarrollo comunitario;

* fundaciones culturales;

* aquellas cuyo objetivo es la educación;

* las que trabajan en materia de relaciones internacionales;

* las que trabajan en los temas conmemorativos;

* las fundaciones religiosas.

La información sobre las fundaciones latinoamericanas sufre de carencias y desactualización, no habiéndose logrado una adecuada coordinación de actividades. Para paliar a este problema, se decidió la constitución de un directorio/base de datos de fundaciones iberoamericanas. El Centro Español de Fundaciones se encarga de su realización y actualización, con la colaboración de la Casa de América, la Fundación San Benito de Alcántara y la Fundación Fuinca. Esta base de datos tiene su sede en el Palacio de Linares (Casa de América), en Madrid.

Uno de los objetivos del Primer Encuentro de Fundaciones Iberoamericanas (Cáceres, España, 1992)consistía en mejorar el conocimiento mutuo para analizar las perspectivas de organización y de colaboración entre los mundos fundacionales de ambos continentes. A través de la posibilidad de intercambio de experiencias y de unificación de criterios, se pensaba propiciar gestiones conjuntas y coordinadas que prevean el apoyo de las autoridades gubernamentales con respecto a la tarea fundacional. Se constituyó entonces un Comité Permanente.

El segundo encuentro tuvo lugar en Guadalajara, México, en octubre de 1994, bajo el nombre de "II Encuentro Iberoamericano de Filantropía". El tema principal de trabajo, "el fortalecimiento de la filantropía en Iberoamérica", incluyendo los subtemas: asistencia social; arte, ciencia y cultura; programas de desarrollo social; ciudadanos y filantropía; redes de comunicación; la filantropía y los modelos sociales del siglo XX, entre otros. El Comité Anfitrión estaba compuesto por el Centro Mexicano para la Filantropía, el Instituto Cultural Domecq y la Fundación Miguel Alemán, todos mexicanos.