Gentrificación en el Barrio Chino de Manhattan
El Barrio Chino de Manhattan alberga a más de 84 mil personas y ha sido el centro cultural de la comunidad inmigrante china en Nueva York por generaciones. Los inmigrantes chinos de bajos ingresos han habitado y trabajado en el área que se encuentra entre la zona conocida como Lower East Sideinanciero, el cual se extiende a lo largo de la ribera del río East (East River). Dada su ubicación, ésta es una excelente zona para llevar a cabo negocios de bienes raíces, lo que ha atraído a muchos jóvenes profesionales e inmobiliarias deseosos de gentrificarla. Esto generó el desplazamiento de las comunidades chinas de bajos ingresos así como sus negocios. En Nueva York, una creciente gentrificación se está llevando a cabo y está dando como resultado lo que David Harvey clasifica como una acumulación por desposesión. Esto significa la acumulación de terrenos de alto valor de mercado por medio del despojo de los habitantes de bajos ingresos de sus casas y comunidades que les tomaron años construir. Los residentes del Barrio Chino están preocupados por los planes de la ciudad que prevean reurbanizar una extensión de tierra de 3.2 kilómetros a lo largo de la ribera del río East. Estos planes, aunque no desplazan físicamente a los habitantes del Barrio Chino, aspiran a colocar en el espacio reurbanizado tiendas de lujo, restoranes y cafés cuyo público objetivo son gente de altos ingresos y turistas, y no los residentes del Barrio Chino, que no pueden costear estos lujos. Estos residentes temen que esto aumente la presión sobre el stock de viviendas asequibles lo que lograría así gentrificar y desplazar sus comunidades Estos planes se alejan del derecho colectivo a la ciudad de estos residentes de bajos ingresos que actualmente habitan la zona, para a su vez favorecer los objetivos, ganancias e intereses de unos pocos privilegiados.
El derecho a la ciudad
El derecho a la ciudad es un derecho colectivo de todas las personas que viven en una ciudad, que tienen acceso y hacen uso de ella. No solo concede el derecho al uso de todo lo que ya existe en el espacio urbano, sino que también el derecho de crear y definir lo que debería existir para cubrir las necesidades de una vida decente en el espacio urbano (Harvey, 2003). En pocas palabras, esto incluye el derecho a hacer uso de la ciudad y a participar en su creación o remodelación. Para realizar este derecho a la ciudad, es necesario llevar a cabo procesos colaborativos entre grupos de la sociedad civil y organizaciones, gobiernos y agencias internacionales. Sus papeles son clave para concretar este derecho colectivo, ya que son sus experiencias las que dan cuenta de la adecuación e inadecuación de las estructuras donde residen.
Organizando la comunidad
La comunidad china ubicada a un costado de la ribera de Manhattan está peleando contra los planes urbanos de reurbanizar los barrios con el fin de continuar viviendo en sus propias casas, y de que no los desplacen en aras de intereses económicos de capitalistas pudientes. El Comité contra la Violencia Anti-Asiática o CAAAV (Committee Against Anti-Asian Violence o Organizing Asian Communities) ha sido un participante activo en esta lucha, organizando comunidades asiáticas diversas, de bajos recursos, hasta pobres en Nueva York, desde 1986. El CAAAV trabaja por medio de coaliciones, con el objetivo de construir una estrategia unificada para el movimiento multirracial y que persigue distintas causas en pos del cambio social, siendo a su vez liderado por miembros de las comunidades de inmigrantes asiáticos de bajos ingresos de Nueva York. Una de las coaliciones a las cuales están afiliados es la Alianza por el Derecho a la Ciudad, que moviliza a organizaciones que tienen base en la comunidad contra la gentrificación que está ocurriendo a lo largo de los Estados Unidos y que presenta casos similares al que se da en el Barrio Chino de Manhattan.
La Coalición OUR Waterfront defiende el derecho a la ciudad
Una de las campañas más grandes del CAAAV que se está realizando actualmente, es la lucha contra la gentrificación ocasionada por los planes de reurbanización de la ribera del río East, al lado de donde se ubica el Barrio Chino, que la Corporación de Desarrollo Económico de la Ciudad o EDC (Economic Development Corporation) busca implementar. Los planes de reurbanización contemplan la construcción de un paso peatonal, cafés sofisticados y otros espacios comerciales que probablemente provean bienes y servicios enfocados hacia personas y turistas de alto poder adquisitivo y no hacia los residentes de bajos ingresos.
El CAAAV ha respondido uniendo sus fuerzas a las de otros grupos comunitarios para crear colectivamente la Coalición OUR Waterfront, la que incluye otros nueve grupos comunitarios, multirraciales y de diversos ámbitos que se verían todos afectados por los planes de re-urbanización de la ribera del río East. El objetivo general de la campaña es asegurar que la re-urbanización reconozca las necesidades de los residentes de bajos ingresos de la zona y que limite el impacto que estos planes puedan tener en el proceso de gentrificación de estos barrios.
La Coalición OUR Waterfront ha tomado medidas urgentes para participar en el proceso de planificación del plan de reurbanización, con el fin de dar a conocer su demanda con respecto a la construcción de su barrio. Desde el verano de 2008, la Coalición se encuentra trabajando en un proceso de desarrollo con una visión comunitaria integradora, el cual culminará con la creación de un Plan de la Comunidad para la ribera. A través de este proyecto se recolectaron las preocupaciones y expectativas de los residentes con respecto a la reurbanización de la ribera por medio de encuestas y una serie de talleres donde expresan sus deseos al respecto de su barrio. Relacionado a los planes de re-urbanización, los participantes de las encuestas y de los talleres han expresado su deseo del uso libre de la ribera, incluyendo espacios de áreas verdes, centros recreativos como canchas de bsquetbol y de hándbol, actividades educacionales para los jóvenes y servicios sociales tales como de traducción y asesoría legal. Entre sus prioridades también han incluido a pequeños vendedores y negocios de bajo costo, tales como carros de comida y puestos de frutas y verduras, que les son más accesibles dado sus ingresos.
La Calición OUR Waterfront está haciendo exactamente lo mismo que Harvey considera como el ejercicio del derecho a la ciudad. Harvey concibe la respuesta a las demandas hechas por comunidades tales como la del Barrio Chino de Manhattan, como una demanda unificada en pos de un mayor control democrático sobre terrenos potencialmente valiosos que usualmente son adquiridos por inmobiliarios capitalistas en busca de ganancias. En otras palabras, este ejemplo significa un llamado a aumentar el control sobre el uso y la construcción de la ciudad y sus estructuras.
Uno de los mayores problemas que se presentan en la realización del derecho colectivo a la ciudad, es que estos se oponen a los derechos individuales (que el capitalismo defiende) provenientes de un grupo privilegiado de la sociedad que busca obtener ganancias donde sea posible. Este conflicto de derechos individua les contra colectivos crea tensión entre los favorecidos, optimistas de encontrar otras fuentes de ganancias, y los menos favorecidos, que esperan conservar lo que tienen y mantenerse en el área donde viven, simplemente porque han estado allí primero. Básicamente, los derechos individuales pueden poner en riesgo e invalidar los derechos colectivos. Debería ser inaceptable desplazar una comunidad entera para beneficiar a unos pocos elegidos que pueden hacer esto porque tienen mayores riquezas. ¿Qué pasa con los derechos culturales de una comunidad de quedarse en el lugar que ha creado y que llama hogar, un lugar donde la gente encuentra comodidad, familiaridad, comunidad, servicios y oportunidades para ganarse la vida? Se debería destacar fervientemente que, aun cuando sus viviendas no son adecuadas, ellos luchan por su derecho a permanecer en el lugar donde han vivido porque se sienten conectados a la comunidad. Encontrar un hogar no es un tema que se solucione con cuatro paredes y un techo. Significa plantar semillas y verlas crecer, lo que conlleva mucho más trabajo, tiempo y cuidado de lo que toma construir un edificio. La Campaña OUR Waterfront no lucha en contra de la implementación de una zona reurbanizada en la ribera del río East. Ellos dan la bienvenida a la posibilidad de mejorar sus vecindarios, pero su objetivo es asegurarse de que estas mejoras sean un aporte y no que obstaculicen la rica vida cultural y comunitaria que ellos han construido por años. Éste es el desafío al que se enfrentan: lograr que las inmobiliarias y los emprendedores entiendan que, al imponer sus derechos bajo el alero del capitalismo para generar ganancias en un mercado de alto valor están destruyendo el derecho de la comunidad de ser como es y de vivir donde vive.
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, Estados Unidos de América, New York
Referencias
Harvey, David. The Right to the City” in International Journal of Urban and Regional Research, vol. 27, Nº. 4, pp. 939-941. Diciembre 2003.
Harvey, David. New Left Review. Tomo 53, pp. 23-40. Sept-Oct 2008.
CAAAV Organizing Asian Communities. Chinatown Tenants Union, Outreach Brochure. 2008.
CAAAV Organizing Asian Communities. Momentum Builds for a Community Waterfront in Chinatown and the Lower East Side! 6 de mayo, 2009.
CAAAV Organizing Asian Communities. OUR Waterfront Campaign. 2009.
CAAAV Organizing Asian Communities. Sitio web: www.caaav.org/about
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