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El van chai, un sistema tradicional de organización social y comunitaria en Vietnam, puede marcar la pauta para una gestión pesquera sostenible

Kenneth RUDDLE

11 / 2009

El van chai consiste en una institución ancestral establecida en algunas regiones de Vietnam con objeto de regular las pesquerías locales y las comunidades pesqueras. Entre sus objetivos figuran (i) una función religiosa; (ii) la asistencia mutua; (iii) la definición del comportamiento, los derechos y las obligaciones de los pescadores; (iv) el destino de la captura; (v) la regulación de la actividad pesquera; (vi) el arbitraje en caso de conflicto, y (vii) las sanciones. Si bien su estructura varía según su localización, el denominador común radica en la veneración de los dioses y de los ancestros y en el imperativo sagrado de la ayuda mutua, elementos que dan al sistema su legitimidad moral. La palabra “van” tiene un doble significado. En el centro de Vietnam equivale al concepto de “gremio”, una organización de personas con el mismo oficio. Sin embargo, para los pescadores fluviales, significa “aldea”, es decir, una unidad administrativa.

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Este artículo analiza el fenómeno desde la acepción de “gremio”, común en la región centro-sur del país, una zona donde los asentamientos pesqueros surgieron a partir de 1693 durante la expansión meridional de la etnia vietnamita. La estructura social en tres niveles (provincia, distrito y aldea) propia de la región septentrional se extendió igualmente hacia la región centro-sur. Una vez establecida la base económica de un nuevo asentamiento, sus habitantes erigían un altar dedicado a la deidad protectora del lugar, a los sabios y a los espíritus ancestrales. En los siglos XVIII y XIX surgen en estas aldeas docenas de templos (dinh van) que pronto se convierten en su principal centro cultural y de mando.

Aunque hoy en día las comunidades pesqueras de la región centro-sur se han desligado de la agricultura, a diferencia de lo que ocurre en el norte y en el sur de Vietnam, la gran mayoría de los pescadores del centrosur descienden de campesinos del norte que emigraron y se fueron asentando en la costa para dedicarse a la pesca. Los pescadores actuales veneran a sus antepasados y los fundadores de cada aldea son considerados dioses protectores del lugar. La base moral de la sociedad vietnamita arranca de la tradición de “recordar la fuente de la que uno ha bebido”, una expresión de la profunda gratitud sentida hacia los ancestros que se sacrificaron por la prosperidad comunitaria. En tiempos pasados, la necesidad de apaciguar las fuerzas misteriosas e incluso hostiles de la naturaleza cultivó una fe sólida en el poder redentor de numerosas deidades. El van chai es el espejo de la cultura tradicional y de las creencias de la región en la que surge y propicia el respeto y la ayuda mutua que practican los miembros de las comunidades pesqueras.

Los templos de la ballena

Desde finales del siglo XVIII, las aldeas pesqueras de la costa ampliaron sus templos para permitir el culto a una diosa del mar del Sur. Se trata de la “diosa ballena”, un término que engloba a todos los cetáceos. El “templo de la ballena” se convierte así en el centro de autoridad moral de la comunidad de pescadores y en la piedra angular donde residía y reside la ordenación pesquera. Los templos de la ballena constituyen instituciones tradicionales donde los pescadores adoran a sus dioses marinos y a sus antepasados, los fundadores de la « gremio”

comunidad y de sus pesquerías. La mayor parte de los templos en las provincias del centro-sur están dedicados a las ballenas y cuentan con ceremonias en su honor, ya que, según los pescadores, la diosa ballena protege a los hombres en el mar y los hombres deben mostrar su gratitud venerándola.

Si bien los detalles del rito varían de un sitio a otro, todos ellos mantienen como denominador común la devoción a los dioses y los ancestros y las obligaciones sagradas de ayuda recíproca. La información en que se basa este artículo procede del caso de Van Thuy Tu, municipio de Phan Tiet, provincia de Binh Thuan.

El van chai suele estar dirigido por un anciano respetado y que conoce al dedillo la sociedad y las pesquerías del lugar. En Van Thuy Tu consta igualmente de un consejo de administración cuyos miembros, en número de siete a quince, son elegidos para un mandato de tres años. Cualquier armador o pescador con 18 años de edad participa en la elección y desde los 21 años puede presentarse asimismo como candidato. Los administradores electos a su vez designan a los responsables de los tres departamentos que llevarán la gestión corriente de la organización: jefe de culto, jefe del van, y secretario.

Los miembros del consejo de administración cuentan entre sus tareas principales el mantenimiento del altar, la organización de los festivales religiosos y los actos de culto rutinarios. Los estatutos de la organización establecen un vínculo entre los festivales anuales y la obligación de asistencia mutua, al declarar que la ayuda recíproca constituye un deber sagrado de los miembros de la comunidad, demostrando así la autoridad moral tradicional del van. Se insiste en la necesidad de que los armadores y los pescadores veneren de forma solemne y sincera a los dioses del mar. Las ceremonias realizadas en estos festivales ensalzan el valor de unas relaciones armoniosas entre todos los participantes en la pesquería y la importancia crucial de la ayuda mutua, tanto para asegurar la prosperidad de la comunidad como para rendir homenaje a los ancestros. Las obligaciones de ayuda mutua están especificadas con todo lujo de detalles.

Los principios fundamentales del van chai abarcan los derechos de explotación, las normas para regular quién puede ejercer esos derechos legítimamente y de qué forma, la vigilancia del respeto de las normas y la rendición de cuentas, la resolución de conflictos en casos de inobservancia y las sanciones aplicables a las infracciones. En el van chai rigen los mismos principios que reflejan y gobiernan las relaciones humanas entre los miembros de la comunidad pesquera en el contexto de ayuda mutua y de respeto impuesto por los preceptos del templo de la ballena.

Derechos primarios

En los regímenes comunitarios preexistentes, como el van chai, la explotación de recursos se regula mediante derechos amparados por la práctica ancestral y el derecho consuetudinario. Entre los más importantes figuran los derechos primarios o naturales, los derechos de proximidad a la vivienda, el derecho a vender, arrendar o legar un derecho, y el derecho de compartir derechos. Los derechos primarios más comunes son derechos naturales. Un derecho fundamental de la ordenación pesquera, no reconocido a escala nacional, consiste en el derecho del ciudadano a usar artes fijos de pequeña escala en las aguas que rodean su vivienda. En la zona de Dong Hoy de la provincia de Quang Binh, por ejemplo, cada residente tiene derecho exclusivo a instalar artes fijos (como redes izadas para la captura de pequeños pelágicos) alrededor de su residencia.

Existen normas que regulan el ejercicio de los derechos. En general se trata de normas complejas que varían en cada localidad dependiendo del contexto social y ecológico. La tabla de la página siguiente recoge las principales normas aplicadas en las zonas disciplinadas por los van chai.

Tipo de normaComentario
Primero en llegarEl primero en llegar a un caladero tiene el derecho exclusivo a su explotación, sea cual sea el arte utilizado.
Territorios marinos exclusivosAplicación generalizada. El territorio marino de una aldea suele definirse por proximidad o contigüidad al asentamiento con lindes laterales o marítimos. Los lindes marítimos se definen con base en la profundidad u otras limitaciones al funcionamiento de los artes.
Acceso a foráneosSuele exigirse el pago de una tasa, indemnización o canon después de concederse la licencia.
ArtesAplicación generalizada. Las normas intentan compensar problemas externos generados por los artes. En Van Thuy Tu existen normas pormenorizadas para cada uno de los 11 artes empleados. Regulan en general la posibilidad de usar un determinado aparejo, la temporada de pesca y el reparto de beneficios entre armador, patrón y tripulación. Algunos artes, como las redes fijas para la sardina, tienen normas más específicas.
Asignación temporalPersigue fomentar una pesca ordenada y equitativa.
Remuneración de los trabajadoresNormas de gran complejidad que varían según el puerto y el tipo de arte.
Relaciones entre armador, patrón y tripulaciónRespeto mutuo de los derechos y la dignidad de todos los miembros de la unidad pesquera. Se prohíbe a los armadores golpear o humillar al patrón o a los marineros y viceversa.
Normas operativasRegulan el comportamiento pesquero, factores externos relacionados con las redes, problemas de asignación espacial y temporal del caladero, carácter estacional de la pesca, prácticas de conservación y distribución de la captura, amén de otros temas de interés para la comunidad.

En Vietnam la gran mayoría de los problemas provocados por el conflicto entre artes, la inobservancia de la primacía del primer llegado o de los derechos de proximidad a la vivienda son resueltos por los ancianos de la localidad. Si no consiguen satisfacción, se presentan ante el Comité Popular, mientras que antiguamente tendrían que llevarse ante al magistrado local. Los conflictos personales dentro de una unidad pesquera individual se tratan de forma diferente. Como estipulan los estatutos de Van Thuy Tu, los infractores son castigados según lo dispuesto en el código penal nacional.

Al igual que en otras zonas de la región de Asia-Pacífico, en Vietnam se reclaman sanciones que castiguen las violaciones de derechos pesqueros y el incumplimiento o la inobservancia de las normas locales de ordenación de recursos pesqueros o marinos. Actualmente se imponen sanciones sociales o económicas. Para los pescadores que creen en la autoridad moral de los regímenes de gestión basados en el culto a la ballena, resulta evidente que el desacato de las normas locales, especialmente de las que atañen a la ayuda mutua, pueden atraer un castigo divino en el mar.

Después de atravesar un período agitado, el núcleo duro del sistema van chai ha hecho gala de una enorme solidez, que se explica sin duda porque uno de sus rasgos más destacados consiste en la regulación de las relaciones entre todos los interesados en la pesquería, apoyada en la sólida autoridad moral del templo comunitario, más que en la ordenación pesquera por sí sola.

Terminada la época colonial, los primeros gobiernos independientes de Vietnam prestaron escasa atención a estos sistemas de gestión preexistentes. En las provincias correspondientes a la antigua República Democrática de Vietnam, así como en varios puntos del centro y el sur del país, las estructuras religiosas tradicionales prácticamente se extinguieron, manteniéndose solo sus funciones administrativas civiles. Durante la época colonial francesa, las funciones religiosas continuaron en las provincias del norte, pero después desaparecieron.

En el extremo opuesto, en Van Lach Thang Tan, cerca de la ciudad de Vung Tau, provincia de Ba Ria Vung Tau, el van chai actualmente conserva sólo sus funciones religiosas y se ha transformado en una atracción turística. Por otra parte, las tareas de regulación pesquera entraron en decadencia a finales de los años cuarenta cuando el gobierno provincial implantó un régimen de acceso libre para las embarcaciones locales. Al carecer de soporte documental, su funcionamiento cayó en el olvido al tiempo que la gestión van chai languidecía.

Con la reunificación del Vietnam los barcos de pesca pasaron a ser de propiedad pública durante el período de colectivización (1975-1988). El Estado estableció cooperativas de pesca que ocuparon el lugar de los van chai. Los templos van cayeron en el abandono.

Identidad cultural

El período de orientación a la economía de mercado (de 1988 hasta hoy), reavivó el interés en el sector con la implantación de políticas destinadas a resucitar la pesca. Sin embargo, la fase de colectivización anterior representaba un prolongado letargo que había dejado a numerosos van chai al borde de la extinción. En los últimos años el gobierno ha intentado preservar o reanimar la identidad cultural nacional basada en el van chai. Con este fin ha facilitado la reconstrucción y restauración de los templos de la ballena y ha reanudado los festivales de pesca comunitarios. Varios templos de gran porte han sido ya reconstruidos y poco a poco el papel del van chai recobra fuerzas. Las comunidades pesqueras celebran la iniciativa. Sin embargo, las actividades van chai de momento se limitan a las tradiciones culturales y religiosas y no entran en otras tareas importantes como la organización yla cohesión de las comunidades o la gestión y el desarrollo de la producción pesquera y la protección de los recursos naturales.

Huelga decir que cualquier entidad social establece las normas sociales y culturales que la rigen de acuerdo con su capacidad productiva intrínseca. El régimen centenario del van chai y de las comunidades pesqueras vietnamitas surge en localidades con una demanda local y reducida de productos pesqueros y su configuración ha sido determinada por poblaciones pequeñas que ejercen escasa presión sobre los recursos acuáticos y que emplean métodos de producción de pequeña escala, sencillos y sofisticados al mismo tiempo. Estas comunidades solían llevar una vida aislada, ajena a las fuerzas que actúan fuera de su círculo social más cercano e inmediato. Desde el punto de vista social, el van chai se basa en el principio de ayuda mutua o de “respeto al vecino” y arranca de normas éticas y de conducta inspiradas por el confucianismo omnipresente en la cultura del país. La satisfacción de las necesidades espirituales de los pescadores y sus comunidades resulta de enorme importancia y cuenta entre las principales misiones del van chai.

Sin embargo, el transcurso del tiempo ha cambiado profundamente la situación. Si el régimen van chai aspira a ocupar un lugar en la administración de pesquerías y comunidades modernas, sus principios fundamentales deben adaptarse y aplicarse dentro de un contexto radicalmente distinto de aquel en el que nació. Concretamente, debe integrarse dentro de un marco administrativo más amplio y no limitarse exclusivamente a la pesca en las zonas costeras.

Palabras claves

pescador artesano, pesca tradicional, pesca, organización comunitaria, cultivo tradicional


, Vietnam

dosier

Los desafíos de la pesca y de los pescadores en el mundo. Artículos seleccionados de Samudra y Yemaya, publicaciones del ICSF

Notas

Este articulo se puede leer en inglés y francés

Ruddle, Kenneth y Tuong Phi Lai (Eds.), “Los van chai de Vietnam: Gestión de pesquerías de bajura y comunidades pesqueras”. International Resources Management Institute, (Instituto Internacional de Gestión de Recursos), Hong Kong, 2009. www.intresmanins.com/publications/vietnam.html

Gestión responsable de pesquerías marinas en Vietnam. www.fao.org.vn/Uploaded/Books/Responsible%20management%20for%20marine%20fisheries%20in%20Vietnam.pdf

Ruddle, Kenneth. “Gestión comunitaria tradicional de pesquerías marinas de bajura en Vietnam”. Ocean and Coastal Management (Gestión costera y oceánica) 40(3): 1-22, 1998. www.sciencedirect.com/science/journal/09645691

Fuente

Texto original

ICSF (International Collective in Support of Fishworkers) - 27 College Road, Chennai 600006, INDIA - Tel. (91) 44-2827 5303 - Fax (91) 44-2825 4457 - India - www.icsf.net - icsf (@) icsf.net

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