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De la gestión del bosque a la definición de un plan de gestión de la agricultura

Una agrupación de pueblos malgaches aprovecha la transmisión de gestión de su bosque para organizar toda su actividad

Maud CHALLIER

09 / 2002

A finales de los años 1990, en la pequeña comuna de Ambohimahamasina, el descontento sube en el seno de las poblaciones de la etnia Betsileo frente a la situación grave de su bosque. En efecto, aunque éste se ubica entre los territorios de dos etnias diferentes, los Betsileo y los Tanals, sólo los primeros disfrutan de un derecho de uso sobre ese espacio. Pero, dado que su propio bosque ha sido totalmente erradicado, los Tanals penetran cada vez más a menudo sobre el territorio de los vecinos, y además practican un modo de corte de la madera prohibido dentro de la Reserva, el ’tavy’. Adicionalmente, los Betsileo deben también afrontar la utilización ilícita de su reserva por el Servicio de Aguas y Bosques que sobreexplota los recursos del lugar.

Por lo tanto, las comunas Betsileo decidieron unir sus fuerzas para resolver sus problemas. En noviembre del 2000, empieza una campaña de sensibilización, apoyadas por una ONG local, ’Colaboración Comunal para el Desarrollo’ (Collaboration Commune pour le Développement, CCD), con quien trabajan desde 1997 (financiada por la Fundación Rain Forest), las poblaciones deciden crear una agrupación de cuatro Comunidades de Base, COBA. Cada una de éstas agrupa a los habitantes de varios pueblos, pero los aldeanos son libres de hacerse miembros de la organización. Solamente dos condiciones limitan las afiliaciones : todos los miembros tienen que ser mayores de 18 años y disponer de un carné de identidad nacional. Además, tienen que pagar una cuota de 500 francos malgaches (el equivalente de dos cigarrillos en el costo de vida local). Al principio, los temores a involucrarse en este nuevo sistema eran fuertes, pero poco a poco la gente va adquiriendo confianza. Por ejemplo, en la COBA de Lovasoa que agrupa a tres comunas, se afiliaron 650 miembros de entre una población total de 1460 habitantes. Finalmente, el total de afiliados de las cuatro COBAs es de 1200 miembros.

Luego, un comité de trece personas se constituye para representar la organización y redactar la ’dina’, el reglamento interior que deberá regir la utilización del bosque. Además, hay que elegir la forma de gestión entre los dos sistemas que existen : Por una parte, la ’Gestion Locale Sécurisée’ (GELOSE, Gestión Local Asegurada), que trabaja junto con la CCD, y que autoriza el corte de la madera para uso individual y para aprovechamiento en pequeña cantidad (es decir el corte de los árboles maduros para vender la madera); y por otra parte, la ’Gestion Contractuelle des Forêts’ (GCF, Gestión Contractual de los Bosques), en cooperación con el Servicio de Aguas y Bosques, que prohíbe todo tipo de corte de la madera.

El grupo de COBAs de la comuna de Ambohimahamasina eligió trabajar con la GELOSE por su flexibilidad y sobre todo para poder seguir aprovechando el apoyo de Collaboration Commune pour le Développement. Así, las autoridades locales : la comuna, la subprefectura y el Servicio de Aguas y Bosques, legalizaron la organización comunitaria el 3 de septiembre del 2001.

Por fin, en la tercera fase de este proceso, las COBAs consiguieron que las autoridades del Servicio de Aguas y Bosques les transfieran la gestión del bosque y de los recursos naturales renovables de la zona, el 16 de agosto del 2002. Pero, con esa tercera fase llegaron los obstáculos y dificultades.

El primer problema que deben afrontar es la división entre ’ miembros ’ y ’ no-miembros ’ que se torna en una fuente de conflicto; en efecto, quienes no son parte de la COBA no tienen los derechos de uso que se establecen en la transferencia hecha por las autoridades y deben, por lo tanto, pagar un precio de entrada al bosque cada vez que quieren utilizar esos recursos. Esto ha provocado que la gran mayoría de la gente se afilie a la COBA. Hoy, los no-miembros solamente representan un 4 o 5 por ciento de la población adulta total.

El segundo gran problema, una vez que se consiguió la gestión del bosque, es el diseño y la planificación del manejo del bosque para poder definir el trabajo y los objetivos, no sólo dentro del bosque (actividades de valorización del bosque), sino también a su alrededor (actividades de cultivo, llamadas de ’Defensa y Restauración de los Suelos). Ese trabajo se hace con la ayuda de la Colaboración Comunal para el Desarrollo’.

Dentro de este plan se contempla, por una parte, la reforestación en los claros del bosque, limitando las áreas con contornos de eucaliptos. Por otra parte, se define un plan para seguir el trabajo de revalorización de la agricultura local, proceso que se inició en 1997. La ONG da semillas (arroz, papas, granos, etc.), apoya con facilitadores para hacer talleres de capacitación (en gestión de productos agrícolas, administración de recursos económicos, administración del tiempo, entre otros) y campañas de sensibilización (sobre el reparto de las tareas domésticas entre hombres y mujeres).

Se abre un banco de instrumentos agrícolas (carretillas, arados, herramientas, etc.) y propone un sistema de alquiler y de mantenimiento de esas herramientas. Además se implementa un ’ Grenier Communautaire Villageois ’ (GVC, granero comunitario del pueblo) : cada miembro de las COBAs tiene que dar unos sesenta kilos de arroz en cada cosecha. Y finalmente, se organiza una política de uso de abono orgánico con el fin de evitar el uso de abonos químicos, que se compran fuera de la comunidad. Cada miembro tiene que producir un metro cúbico de abono orgánico por año.

Los resultados de todas esas medidas se evidenciaron de inmediato : el periodo de barbecho pasa de seis a dos meses al año, el rendimiento por parcela aumenta en muchos productos (maíz, fréjol, maní, y otros), se realiza la rotación de los cultivos cada año, mediante una agenda, los cultivos se diversifican, el dinero se queda dentro de los pueblos y finalmente, el número de miembros de la COBA aumenta.

Con esos resultados satisfactorios, y con ganas de seguir adelante, la unión de las cuatro COBAs se han fijado nuevos desafíos a largo plazo y han elaborado estrategias para conseguirlos : para el período 2003-2004, el objetivo es crear un centro de abastecimiento común a las cuatro COBAs, pero abierto también a los no-miembros. Y el plan quinquenal (2002-2007) pretende la erradicación total de los períodos de barbecho.

Key words

forest protection, decentralization, forest


, Madagascar

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El interés de esta experiencia no sólo reside en la aplicación de la política de transferencia de la gestión del bosque desde el Estado hacia las comunidades locales, sino también y sobre todo en la energía nueva y la voluntad de las poblaciones de seguir adelante derivadas de esa transferencia. Las acciones implementadas después de la creación de la unión de COBAs vuelve eficiente la gestión de los recursos naturales de un territorio, y, la ayuda recibida por parte de la ONG, se optimiza a fin de organizar toda la actividad agrícola, base de la economía de la etnia Betsileo.

Notes

Ficha realizada en base a la entrevista con Germain Rajaonarivelo Rasolomandimby, representante de comunidades de montaña, presidente de la Asociación de Gestión Contractual de los Bosques de la Montaña Sagrada de Ambondrombe, durante el Segundo Encuentro Mundial de Poblaciones de Montaña (17-20 de septiembre 2002). Para conseguir más informaciones sobre esa experiencia, contactar al : señor M. Rajaonarivelo, Président de la COBA Lovasoa, Commune de Ambohimahamasina, Sous-Préfecture de Ambalavao 303, Madagascar. Y a la Asociación Malgache de Montañas del Africa (AMMA) en la Web y en fish@sysed.refer.mg

Entrevista con RAJAONARIVELO RASOLOMANDIMBY, Germain, entrevista realizada entre el 17 y el 23 de septiembre de 2002

Source

Interview

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