Ecuador y Perú : por una paz con el proceso de desarrollo regional

En la guerra de 1995, dos países hermanos se enfrentaron en un conflicto bélico, cuyas secuelas aún persisten en los imaginarios colectivos de ecuatorianos y peruanos : soldados muertos y pueblos destruidos son sus resultados más evidentes. Sin embargo, en 1998 se logra el Acuerdo de Paz definitivo para ambos vecinos, y con él se abrieron nuevas perspectivas para nuestros pueblos.

En este contexto surgió la iniciativa de formar la Asociación Binacional de Municipalidades del Sur del Ecuador y el Norte de Perú (ABIMSENOP), con el objetivo de desarrollar de manera conjunta programas de desarrollo fronterizo. Entre ellos, se encuentran la creación de una ’Institución Tecnológica de Frontera’, para integrar a jóvenes ecuatorianos y peruanos al proceso de autodesarrollo fronterizo, mediante la investigación y la implementación de nuevos canales de comercialización. Este proyecto ha sido presentado al Ministerio de Educación del Perú.

Las poblaciones de Perú y Ecuador se hallan divididas por la Cuenca del Macará, pero los lazos que las unen se remontan a la tradición histórica y musical. Según Jorge Chamba, alcalde de Yungas, ’los pasillos son una hermosa influencia del hermano Ecuador y se escuchan en toda Ayabaca’.

Los campesinos de Ayabaca están preocupados por el desarrollo, la optimización de sus capacidades agrícolas y el fortalecimiento de sus organizaciones locales, y esperan que el Acuerdo de Paz les permita obtener nuevas oportunidades de intercambio de experiencias y la obtención de recursos económicos descentralizados para la mejora del comercio, vías de comunicación, etc.

En otros aspectos, Ayabaca logró comercializar la producción de café orgánico hacia los mercados alemanes, a través de una organización indígena denominada CEPI-CAFÉ, la cual recibe el apoyo de una ONG local y de la Alcaldía de Yungas.

Además esta zona por sus condiciones climáticas y pisos ecológicos produce una amplia diversidad de cultivos, entre ellos : yuca, papa, oca, maíz, frutas nativas (mora, babaco, chicote, etc.) y otros.

La ABIMSENOP también busca fomentar el turismo de fronteras, a través del turismo arqueológico. Para ello, hace falta promover programas de turismo sostenible en las ruinas de Aypate, en cuyos vestigios el tiempo parece haberse detenido y por sus caminos aún se respira un aire de historia.

Sin embargo, uno de los principales problemas del sector es la falta de organización y planificación, por lo que los cambios son lentos, incluso en algunos sectores los campesinos se resisten a estos proyectos o bien no se dan continuidad.

Peruanos y ecuatorianos hoy se estrechan las manos por el desarrollo, las municipalidades fronterizas de ambos países han venido realizando varios encuentros con el fin concretar proyectos que se financien a través de la autogestión. El objetivo es fomentar la creatividad y la cultura en los jóvenes, a través de programas de intercambio e interacción. Las delegaciones de Perú y Ecuador se encontraron frente a frente, pero esta vez, para una lucha contra la pobreza y el atraso.

Sin embargo, el camino debe continuar hasta superar las limitaciones, particularmente en la zona de Ayabaca, donde hace falta trabajo comunitario, organización y proyectos para satisfacer los servicios, especialmente del agua para el riego de cultivos.