Asociaciones municipales, nueva etapa del movimiento municipalista

El movimiento municipalista en México sintetiza y expresa las aspiraciones -así como una diversidad de manifestaciones- que a través de la historia nacional se han generado para dar al municipio identidad y autonomía real que le permita enfrentar los requerimientos que le impone el desarrollo local y la maduración de la sociedad civil municipal.

Una de las principales aspiraciones de este movimiento es la generación de procesos de articulación entre municipios que les posibilite una mayor capacidad de acción frente a los otros niveles de gobierno en la búsqueda de mayores recursos y para alcanzar transformaciones que fortalezcan la vida municipal.

Ya en la segunda década de este siglo existió la Unión de Ayuntamientos de la República Mexicana con una efímera vida pero logrando condensar en su programa las principales aspiraciones de autonomía de los gobiernos locales. Posteriormente se desarrollaron planteamientos importantes al discutirse y aprobarse en el Congreso de la Unión, la eliminación de los municipios en el Distrito Federal.

Es hasta los años ochentas, cuando diversas expresiones del movimiento democrático empiezan a conquistar el gobierno de ayuntamientos, trayendo consigo inquietudes renovadoras, proyectos de desarrollo, procesos de democratización de la vida municipal, experiencias diversas de gestión de ’puertas abiertas’ y de incorporación de la participación ciudadana en los asuntos del gobierno local; planteándose, desde el inicio, la necesaria modificación del marco legal del municipio que les permita ampliar competencias y recursos, principal vía para una verdadera autonomía.

En esta situación de creciente presencia de propuestas y acciones municipalistas por un lado, y de las limitaciones para la gestión del fortalecimiento local, por el otro, han tomado fuerza renovada las iniciativas encaminadas a integrar movimientos de articulación municipalista entre los ediles de diversas regiones del país.

Los procesos de articulación : En 1991, tuvo lugar el primer esfuerzo contemporáneo de articulación de la lucha municipalista democrática en el país, el Movimiento Nacional Municipalista (MNM), impulsado por el recién conformado Partido de la Revolución Democrática. A partir de esa iniciativa, se han incrementado las fuerzas que comparten la idea del movimiento y esto ha permitido la integración de instancias regionales, de las cuales varias mantienen su ritmo de trabajo: La red de autoridades y funcionarios democráticos de Morelos, la red veracruzana de autoridades democráticas, hoy asociación de municipios de Veracruz, A. C.; el instituto de capacitación y apoyo municipal ’Municipio Libre’ A. C. (ICAM) de Michoacán, así como la coordinadora nacional municipalista (CONAM).

En este proceso, las diferentes instancias de coordinación de autoridades municipales se han planteado como sus principales objetivos: realizar un intercambio de experiencias y apoyo mutuo entre todos los miembros de la coordinadora y entre los municipios integrados a ella; impulsar el desarrollo de la vida económica, social, política y cultural de los municipios para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos; impulsar la democracia y la participación ciudadana en todos los aspectos de la vida municipal y, fortalecer la autonomía municipal e impulsar la construcción de una política municipalista en los diversos sectores de la sociedad.

Por otro lado, a iniciativa del Partido Acción Nacional han tenido lugar procesos de asociación entre ayuntamientos de diversas entidades (AMMAC) o en la modalidad de una sola entidad federativa como es el caso de la Asociación de Municipios de Jalisco (AMJAL).

Como resultado de los acuerdos de la V Convención Municipalista del PAN realizada en octubre de 1993, se dio inicio a la conformación de la Asociación de Ayuntamientos por el Municipio Libre, A. C. (AMLAC) con el propósito de ’promover el desarrollo y el fortalecimiento de los municipios, impulsar la vida democrática y promover la solidaridad y subsidiaridad como principios rectores de gobierno’ siendo constituida legalmente en agosto del año siguiente.

Actualmente llamada Asociación de Municipios de México A. C. (AMMAC) esta instancia está integrada por una treintena de Ayuntamientos, es dirigida por una mesa directiva y cuenta con una gerencia operativa. Ha realizado tres encuentros nacionales y ha establecido relaciones internacionales al vincularse a la federación de asociaciones municipalistas de América Latina y a la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA).

Por su parte, el municipalismo surgido del Partido del Trabajo emprendió un proceso de conformación de una asociación de regidores del Estado de Durango, así como su propio Instituto de capacitación municipal. cabe aquí mencionar que el movimiento indígena reunido a principios de este año en el foro nacional de San Cristóbal de Las Casas se pronunció por la conformación de una unión nacional de municipios y autoridades indígenas.

De los principales partidos del escenario nacional, sólo faltaba el Partido Revolucionario Institucional que ha entendido la necesidad de no dejar este terreno en manos de sus contendientes y ha decidido convocar a sus ediles a conformar tres grandes asociaciones regionales de ayuntamientos en el norte, centro y sur del país, para lo cual se realizarán reuniones regionales en estas fechas.