La experiencia de Educación, Cultura y Ecología EDUCE en Campeche, México

Educación, Cultura y Ecología, A.C, (EDUCE), es una asociación civil de profesionistas que trabajan en el medio rural, en la problemática del desarrollo y del medio ambiente. EDUCE-Campeche cuenta con planes de intervención microregional, uno en la zona maya de los Chenes, municipio de Hopelchén, Campeche, y otro en la microregión de migrantes mayas yucatecos al sur de Quintana Roo. Además, junto con otras ONGs de desarrollo, está trabajando, en un plan de intervención mayor, a nivel de la zona maya peninsular, llamado Proyecto Peninsular de Desarrollo Participativo.

Existen 4 Programas: Apicultura, Agricultura, Agroindustrias con mujeres, y Salud, integrado cada uno por varios proyectos; y cuatro líneas de apoyo, en contabilidad, comercialización, metodología educativa intercultural y de género.

¿Qué impactos han tenido las comunidades que cuentan con empresas sociales o proyectos comunales en la economía campesina y en el medio ambiente? ¿A qué escala?

Aunque la zona de los Chenes es eminentemente agrícola, la apicultura ha representado un soporte importante en la economía campesina. La organización de apicultores Kabi’tah, como empresa social, cuenta con 305 socios de 15 comunidades; fue formada desde 1992, con el propósito de comercializar la miel en común y evitar el intermediarismo. Esta organización comercializa su miel al extranjero, principalmente en el llamado "mercado justo". El año pasado, manejó ingresos por $375,000 dlls. (2.9 millones de pesos), dinero que circuló en la región y que ha incrementando el ingreso por persona, incluso, subsidiando en algunos casos actividades agrícolas de autoconsumo. Además, la organización ha empujado a la alza el precio de la miel en la zona. Actualmente la Kabi’tah cuenta con una capacidad de producción de alrededor de 300 ton al año, con ventas anuales que pueden fluctuar entre los 300 y 400,000 dlls. al año.

Considerando la complejidad de la empresa, se ha logrado un buen nivel de organización por áreas. Hay un representante por comunidad, una directiva compuesta de 6 personas, un Comité de Formación integrado por 4 y un Comité de Asesoría Técnica con 10 apicultores, mismos que están dando asesoría apícola a organizaciones.

La apicultura ha sido un factor importante para la disminución de la frontera agrícola. Además, aunque la abeja compite con otros polinizadores nativos, la polinización que genera ha favorecido la biodiversidad de la zona. Un caso de impacto ambiental positivo es el freno que pusieron los apicultores a los inversionistas algodoneros a partir de que se empezó a afectar la actividad apícola por el uso indiscriminado de agroquímicos.

Los programas que siguen en magnitud: Agroforestería (393 participantes)y Manejo Integral del Solar (197 participantes), han logrado incorporar y revalorar prácticas agrícolas ecológicamente apropiadas. Para el caso de Agroforestería, en los ciclos 96 y 97, se repartieron un total de 281,712 plantas frutales y forestales de 21 especies (13 locales y 8 introducidas), además de los cultivos anuales intercalados (jamaica, maíz, calabaza, jícama, frijol Mucuna, Canavalia, etc.), lo cual representa un importante impacto desde varios enfoques: 1. reforestación y biodiversidad de la zona, 2. mejoramiento de suelos, 3. potenciación de la actividad apícola y 4. diversificación de la producción.

En lo referente al Manejo Integral de Solar, se está promoviendo con 197 familias la interacción e integración de plantas, animales y tecnología alternativa. Las mujeres participantes, tratando de mantener una producción constante de hortalizas a lo largo del año, han generado un ahorro familiar (la mayor parte de su producción es para autoconsumo, y los excedentes para la venta)e incrementado significativamente el número de especies para su consumo. Para el manejo de los animales se ha promovido como alimentación alternativa una combinación de frijol Mucuna, maíz y forraje verde. Este frijol se ha introducido en las parcelas como alternativa para fertilizar el suelo, impedir la proliferación de malezas, y mantener la humedad del suelo). Se han probado con éxito fertilizantes, insecticidas y fungicidas orgánicos, elaborados a base de plantas y recursos que tienen dentro del solar. Además se están incorporado sanitarios aboneros secos como elementos de construcción alternativa, que además de favorecer las condiciones sanitarias de la vivienda, generan un fertilizante natural de fácil manejo, utilizable en las parcelas.

Existen 4 grupos de mujeres con pequeñas agroindustrias: molino de maíz, productoras de miel de abeja melipona, productoras de dulces y conservas, productoras de dulces y extracción de nuez de la india. Se pretende con éstos grupos aprovechar la producción de las parcelas agroforestales y de los solares, para la industrialización de sus frutos como el cacahuate, ajonjolí, jamaica, la miel, pepita de calabaza, marañón, cítricos, etc. Todos sus productos son manejados con ingredientes naturales. Tienen como el resto de los grupos un sistema organizativo interno y a nivel comunitario se les reconoce por sus logros. Han decidido ahorrar sus ganancias y cuando han requerido algún crédito se ha cubierto al 100%, lo que dice mucho de su nivel de responsabilidad y cumplimiento de metas.

Los programas, aparentemente aislados, responden a una estrategia más amplia. Se busca atacar los problemas desde diferentes frentes. Por ejemplo, las parcelas agroforestales diversificadas favorecen la actividad apícola; la actividad apícola en muchos casos subsidia la agricultura de subsistencia y la construcción alternativa y convencional; el manejo integral del solar incorpora elementos provenientes de las parcelas para la alimentación humana y animal al mismo tiempo que provee fertilizantes líquidos, abonos y compostas; las agroindustrias tienen la finalidad de crear grupos pilotos que le den valor agregado a los productos, tanto de las parcelas como de los solares.

La perspectiva de género forma parte de nuestra metodología de intervención. Incluimos temas como autoestima, liderazgo, derechos de las mujeres y próximamente salud reproductiva, a través de talleres comunitarios y de promotoras. Dicha perspectiva permea en todas las actividades y ha tenido un impacto positivo, sobre todo con los grupos organizados de mujeres, los cuales se han ganado poco a poco un espacio de interlocución a nivel comunitario y regional.

Para el caso de los hombres también se ha trabajado con un taller de masculinidad (cómo vivir mejor como hombres)y en talleres mixtos, donde se convocó la asistencia de las parejas de las mujeres y los hombres de los grupos organizados, para favorecer la comunicación y la valoración de sus respectivas actividades productivas y familiares.