Mejoramiento de la producción de quinua en comunidades aymaras del altiplano chileno

En la región aymara de los altiplanos chilenos se observa un severo deterioro ambiental, económico y socio-cultural. (Ver Ficha al respecto). Frente a esta situación, el TER desarrolla un trabajo de promoción en las comunidades que permite que los campesinos a través de su organización y potenciando su conocimiento ancestral que aún se puede rescatar puedan lograr un desarrollo integral y sostenido de las comunidades andinas a través de un modelo productivo basado en una agricultura autosustentable y respetuosa del saber campesino aymara.

Para lograr este objetivo se ha iniciado un trabajo con un cultivo tradicional, la quinua que además de ser importante fuente de alimentación también constituye un cultivo ceremonial, a través de un manejo tecnológico racional que genere excedentes para su comercialización y aumente por consiguiente los ingresos de las familias campesinas aymara, se incrementarán los niveles productivos actuales de quinua,

El mejoramiento y optimización del proceso productivo del cultivo de quinua se realiza mediante el uso de tecnologías socialmente apropiadas.

El proyecto habilita 120 ha. de cultivo de quinua con un manejo tecnológico que considera las siguientes acciones: 1. Protección de predios agrícolas a través de cercos de alambre para evitar daños ocasionados por el tráfico de ganado, incluido un control de liebres y roedores. 2. Utilización racional de maquinaria agrícola de pequeña envergadura para labores de labranza y procesamiento del producto que facilite el trabajo de los campesinos sin provocar erosión o compactación de los suelos. 3. Producción de abono orgánico (fermentación a través de aboneras), para utilización en el mejoramiento de la estructura de los suelos locales y su fertilidad. 4. Plan de control fitosanitario integral a través de la aplicación racional de plaguicidas biológicos, controles manuales y mecánicos y facilitación de condiciones para propagar enemigos naturales de plagas locales. Se descarta absolutamente el uso de plaguicidas químicos. 5. Capacitación de promotores agrícolas locales y plan de asesoría técnica especializada. 6. Utilización de tecnologías para el uso óptimo del recurso agua, para aumentar la capacidad actual de riego controlado (uso de sistemas de canalización y acumulación de agua de riego a través de plásticos y materiales apropiados). 7. En cada una de las comunidades beneficiadas se establecerá una parcela de 30 hectáreas, donde se efectuaran diversos manejos propios del saber campesino local, complementados con las tecnologías señaladas en el punto anterior.

En cada parcela comunitaria se proyecta una producción promedio de 12 q/ha., con un total productivo de 18 toneladas de quinua en bruto. Para las cuatro comunidades beneficiarias se estima una producción total promedio de 72 toneladas de quinua.

Los predios comunitarios habilitados para el cultivo de quinua tendran un carácter de parcelas demostrativas productivas, para mostrar a los campesinos de la zona los beneficios de un manejo tecnológico complementario con el conocimiento andino local.

El trabajo en las parcelas demostrativas es asumido por los propios campesinos beneficiarios, previa capacitación de aquellos aspectos innovativos. En una primera etapa habrá una asesoría técnica permanente y progresivamente se irá produciendo un liderazgo de los promotores agrícolas locales (dos representantes por comunidad).

Las capacitaciones son teóricas-prácticas en terreno. Se trata de realizar las tareas propias de la agricultura local introduciendo las tecnologías de innovación sin alterar los ritmos propios del campesino aymara. Los planes de trabajo en terreno son diseñados en conjunto por los asesores y los beneficiarios.

El proyecto será ejecutado por los propios beneficiarios ya que la gestión de éste considera una participación activa y relevante de los mismos. Además se debe valorar el grado de organización, gestión y experiencia que han logrado los beneficiarios en torno a pequeños proyectos desarrollados por ellos mismos y que han contribuido a resolver parte de sus problemas más urgentes e inmediatos.

La federación Aymar Marka es el ente organizacional central que opera en forma estrecha y activa con los líeres y miembros de las comunidades beneficiarias, de acuerdo a los canones y normas internas del campesino aymara.

Entre los promotores agrícolas de cada comunidad y los asesores técnicos externos pertenecientes al taller de estudios regiones se hace la coordinación técnica del proyecto. El TER es la única institución de apoyo cuyos técnicos y profesionales tienen una presencia activa y permanente en la zona y han asesorado en reiteradas oportunidades a las comunidades beneficiarias.

Los componentes de sostenibilidad se expresan en: grado de organización de la comunidad, desarrollo de un cultivo tradicional, la quinua, que tiene valor alimenticio y ceremonial y que es la base para junto a los otros cultivos de las comunidades iniciar una diversificación de cultivos. Además el uso de componentes tecnológicos como rotaciones de cultivos, abonos orgánicos, reciclaje de materia orgánica al ser todos materiales de uso local evitan la dependencia por ingresos extraños haciendo que el sistema productivo campesino sea más integrado.

En cuanto al sistema de difusión (transferencia de tecnología)existe una intencionalidad muy definida de parte de la institución, en términos de que a través de la capacitación de campesinos éstos puedan difundir esos saberes entre los propios miembros de la comunidad en la proyección del desarrollo agroecológico sostenido de las comunidades.