La zona esmeraldífera : un lugar donde la ley es ’propia’

La zona esmeraldífera constituye un caso extremo de privatización y de fragmentación del poder en el país. Esta precariedad estatal es entendida como la ausencia de espacios públicos locales de resolución de conflictos y de un sistema judicial impersonal, precariedad que se constituye en factor determinante en la formación de estructuras privadas de poder local en aquellas regiones que se encuentran al margen de su cobertura. En este caso concreto, este poder esta basado en la existencia de una red de relaciones interpersonales y centralizado en cabeza de los patronos de las minas, quienes tienen su "propio" ejército y un recurso inagotable representado por las esmeraldas. Un análisis que permita ubicar, en primer plano, el "tejido social local" facilita la apreciación, en detalle, de los conflictos interpersonales y permite explicar por que lo que comienza como un conflicto entre dos o más antagonistas se expande arrastrando consigo a todos aquellos ligados directa o indiractamente a los opositores, hasta conformar dos facciones opuestas.

Este poder privado se publicita mediante diversos mecanismos, reemplaza al Estado como proveedor de infraestructura de servicios, convierte en inoperantes a los políticos -articuladores tradicionales entre las localidades y algunas instancias estatales-, subordina a la policía, única institución nacional que tiene presencia constante en la zona, y establece alianzas con el ejército para combatir a la guerrilla. La zona ha sido, además, escenario (y este es uno de los criterios de selección para el estudio)de un "bandolerismo endémico" desde la guerra de los Mil días (fines del siglo pasado)hasta hoy.

Entre los protagonistas del conflicto puede apreciarse con facilidad la "mentalidad guerrerista" que subyace a la dinámica social. Como muestra la autora, basada en algunos testimonios, "la lealtad, algo opuesto a la traición, es definida a partir de la definición del enemigo": el mundo es como una fotografía en blanco y negro en la cual unos son "malos" y otros "buenos". Lealtad y traición son así dos principios ordenadores de la realidad (Me pregunto sino son los únicos?)que le permiten situarse con respecto a los demás. Esta "mentalidad", fruto de una visión maniquea del mundo se expresa en los refranes populares, frecuentamente utilizados por los esmeralderos cuando quieren justificar sus actos.