Fortalecimiento institucional. Ficha 3

El fortalecimiento institucional es el resultado de una serie de acciones que implícita o explícitamente pretenden encontrar la mayor coherencia posible entre los tres planos que tiene toda institución: el Proyecto (la apuesta política, la misión), la Organización (relaciones, jerarquías, toma de decisiones)y los Recursos (humanos, materiales y financieros).

¿De quién surge la iniciativa para emprender este proceso? ¿Qué relación se establece con el equipo externo encargado de facilitar la reflexión?

En Espiral S.C. hemos identificado un conjunto de condiciones que son fundamentales para posibilitar la intervención externa en aras del fortalecimiento institucional. En la medida en que este encuadre de trabajo es claro y explícito para todos los participantes en el proceso, es posible avanzar; de lo contrario, es fácil caer en malentendidos.

El análisis de la demanda

En el mundo de las ONGs, el fortalecimiento institucional se da como resultado de una demanda que puede provenir de la propia organización o bien de la Agencia que coopera con ella. Hemos constatado la importancia de no dar por hecho que se trata de la misma cosa, y por ello vemos necesario analizar a fondo cuál es la o las demandas que están en juego durante la intervención. Mientras más claridad exista en este sentido más probabilidades de éxito habrá. Si la intervención es vivida únicamente como un trámite o requisito para atender una necesidad de la agencia, menos disponibilidad habrá por parte del grupo.

A su vez, la demanda puede provenir únicamente de la dirección o de alguna de las áreas de la institución, y no estar apropiada por el conjunto de personas involucradas en el proceso. Es también importante analizar esta situación y facilitar el surgimiento de otras demandas del grupo en torno al fortalecimiento institucional. Mientras más claras y explícitas estén todas las expectativas, más posibilidades hay de distinguir cuál será el alcance y límites de la intervención. Es frecuente que el grupo espere de la intervención o de la persona externa muchas más cosas de las que ésta podrá asumir. Hablar de las limitaciones reales de la intervención es por ello muy importante.

El análisis de la demanda no sólo incluye el lugar en el que ésta se origina, sino también el contenido de la misma, "el para qué" de la intervención. En este campo hay muchas variaciones que también es importante esclarecer para delimitar la posibilidad real de trabajar sobre ellas durante la intervención.

El equipo externo

En general lo ideal es trabajar en pareja. La composición del equipo es muy importante (mujeres, hombres, mixto), así como la manera en que se dividan el trabajo.

La función del equipo externo es servir de escucha del grupo y ser un constante interrogador sobre aspectos que probablemente para el grupo son normales pero que llaman la atención de alguien externo. El análisis de todo aquello que el grupo considera "normal" y rutinario en su funcionamiento es lo que abre posibilidades de romper con rutinas que responden más a costumbres que a necesidades.

La presencia de externos en el grupo fuerza a las personas a hablarse de manera distinta ante una situación nueva. Esto contribuye a desmontar flujos estereotipados de comunicación y por tanto a constatar que es posible comunicar y escuchar de nuevas maneras.

A fin de cuentas, al iniciar la intervención los externos saben muy poco sobre la organización que solicita sus servicios, y por esta razón ocupan un lugar privilegiado para preguntar cualquier cosa. Para el grupo el solo hecho de tener que explicitar todo lo que en general se da por hecho, constituye en sí un ejercicio de reflexión y replanteamiento importante. El externo debe tener la habilidad de contener al grupo, de devolver en orden los contenidos más importantes y de traducir el análisis y la reflexión en acciones concretas para la institución.