02 / 1995
Los requerimientos de sostenibilidad en las prácticas forestales, aunados a la necesidad de vincular estas prácticas con la actividad económica global, imponen nuevos retos sobre el sector forestal. Una de las estrategias indispensables para enfrentar este reto es la diversificación de productos y actividades silvícolas, y dentro de estos se ha hecho resaltar recientemente la llamada bioprospección.
En términos amplios, la bioprospección es la búsqueda de información a partir de especies biológicas para su uso posterior en procesos de producción en diversos sectores. Ejemplos de esa información es la contenida en el material genético de todos los seres vivos, en los compuestos químicos que producen, en sus interacciones o en el conocimiento de las personas que de una manera u otra han estudiado a esos seres vivos.
Prospección química.
Una de las formas de bioprospección más popularizadas recientemente es la búsqueda de información química. Esta información está contenida en los compuestos producidos por muchos seres vivos como medios de comunicación, defensa, e intercambio de información; a estos compuestos se les distingue de los compuestos responsables de las funciones primarias en los organismos, y se les conoce como metabolitos secundarios. Los metabolitos secundarios de cada especie son extraordinariamente diversos, y la información contenida en sus estructuras es de especial interés para la industria farmacéutica, pues dichos compuestos han sido hasta ahora la fuente principal de innovación en el descubrimiento de nuevas medicinas. Se ha propuesto que el mercado lucrativo de los medicamentos podría ser un nuevo recurso para la diversificación del uso de los bosques y de otros ecosistemas ricos en diversidad biológica.
Prospección genética.
Las prácticas de mejoramiento de cultivos a través de la genética mendeliana tradicional han hecho uso contínuo de la bioprospección en su búsqueda de información genética. Así, miles de fitomejoradores se avocan actualmente a la incorporación de nuevos genes de resistencia a enfermedades y salinidad, de incrementos en la productividad u otras características deseables. Hasta hace muy poco tiempo, los recursos genéticos utilizados por tales mejoradores eran considerados un bien común de la humanidad, y por tanto la exportación de su lugar de orígen, casi sin excepción en los países en desarrollo, había sido practicada libremente. De esta manera se construyeron los "bancos de genes" para las plantas cultivadas de mayor importancia, de donde se han obtenido los materiales necesarios para el fitomejoramiento. Las biotecnologías recientes han abierto una nueva dimensión de posibilidades para la prospección genética, ya que en los últimos dos años se han comenzado a concretar algunas de sus promesas, particularmente la posibilidad de intercambiar información genética de una especie a otra. Así por ejemplo se han empezado a incorporar genes de resistencia a las heladas en variedades nuevas de papa en las cuales se ha insertado un gen de un pez de las aguas polares; se ha introducido también un gen, proveniente de una bacteria, para la producción de un agente insecticida en el maíz; y se ha propuesto incorporar resistencia a la salinidad por medio de la importación de un gen de mangle a varias especies de plantas para el consumo humano. Algunas de estas aplicaciones podrían llegar a ser de gran impacto económico.
Prospección ecológica.
La observación sistemática de relaciones ecológicas entre los seres vivos y su ambiente puede también producir información valiosa para la bioprospección. Algunos ejemplos incluyen el descubrimiento de un nematicida de una semilla a partir de la observación de que los roedores evitan comer esta semilla de la selva de Costa Rica, y el descubrimiento de varios antibióticos como resultado de la observación de las interacciones entre microorganismos (hongos y bacterias).
Bioprospección y conservación.
A fines de 1992, la compañía farmacéutica más grande del mundo, Merck, Sharp Dohme, firmó un acuerdo con el Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica (InBio), por el cual Merck ponía a disposición de INBio 1.3 millones de dólares a cambio de cierta exclusividad por muestras de insectos, plantas y otros organismos colectados por INBio. Este acuerdo ha sido popularizado como la insignia bajo la cual se pudiera establecer un nuevo tipo de relación entre la industria y los países ricos en diversidad biológica, que son generalmente países no industrializados. Independientemente de su eventual éxito, el acuerdo Merck/INBio marca el primer esfuerzo por vincular explícitamente el beneficio económico proveído por la bioprospección (específicamente la prospección química)y la conservación del recurso natural del que originó ese beneficio.
Aún cuando el presupuesto total de investigación y desarrollo de Merck, por ejemplo, rebasa el presupuesto nacional de Costa Rica, sólo una parte de esos recursos es destinada a la bioprospección, y la mayoría se dedica a las pruebas toxicológicas y clínicas necesarias para obtener un registro legal del posible compuesto nuevo. Una estimación inicial indica que el monto total actual que podría ser aplicado a la prospección química por la industria farmacéutica global no rebasa los 150 millones de dólares, del cual sólo una fracción mínima está destinada a proyectos con alguna consideración conservacionista.
Una dimensión para el posible desarrollo de la bioprospección como una actividad económicamente viable para el manejo sostenido de varios ecosistemas, es el posible desarrollo de mercados locales para los productos de la bioprospección. Así por ejemplo, la bioprospección puede apoyar el uso de plantas medicinales y los medicamentos para enfermedades más comunes en países no industrializados. La actividad económica promovida por estas actividades puede ser muy grande, aún cuando los capitales involucrados sean relativamente reducidos, pero requiere de un sistema de promoción que articule los esfuerzos independientes en esta dirección.
pharmaceutical industry, genetics, product diversification, biodiversity, silviculture
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Biodiversité : le vivant en mouvement
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CHAPELA, Ignacio H. in. Foro Forestal, 1994 (MEXICO), N°3, 2ª Epoca
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