La experiencia de la Unidad de Producción Forestal Adalberto Tejeda, en Huayacocotla, Veracruz, México. Ficha 2.

En 1981, cuando los ejidos de la Unidad de Producción Adalberto Tejeda, de Huayacocotla, Veracruz, decidieron organizarse para desarrollar actividades productivas en común (véase ficha 1), nadie se imaginó la importancia que adquiriría la Organización en tan poco tiempo ni la cantidad de obstáculos que habría que sortear.

Una de las decisiones claves que se tomaron al constituirse la UPAT fue el mantenerse independiente de partidos y corrientes políticas, así como del control gubernamental, tan arraigado en México. Esta política ha permitido la autogestión dentro la organización, aunque por otro lado ha acarreado conflictos tanto con organizaciones políticas independientes como con las oficialistas.

Una institución de gobierno que obstaculizó el trabajo fue la Secretaría de la Reforma Agraria, controlada regionalmente por un grupo de poder cuyos intereses estaban siendo efectados. La relación con la Subsecretaría Forestal también se deterioró, al perder ésta el control sobre la UPAT.

En el ámbito interno ha habido conflictos, por la calidad del arbolado que los ejidos abastecen a la industria. Actualmente existe una proporción muy alta de arbolado delgado, y el aserradero colectivo necesita para ser rentable diámetros por arriba de los 30 cm. Los representantes ejidales tomaron la decisión de enviar madera de 25 cm. de diámetro, lo que puso a la industria en una situación de desventaja con respecto a otros aserraderos de la región y originó una serie de presiones financieras sobre la industria, que a la vez repercutieron en la imposibilidad casi permenente de poder pagar la materia prima abastecida por sus socios. Así fue como se generó un ambiente de estira y afloja por el abasto que hasta la fecha no ha tenido solución.

A pesar de todo, a 11 años de formada, la Unidad de Producción se mantiene. El aserradero sigue funcionando, así como las baterías de carbón y los talleres de secundarios. También se ha logrado negociar conjuntamente los precios del hongo Matzutake, recurso no maderable cuya extracción se viene realizando desde 1989, y que ha venido tomando cada vez más importancia. Los recursos captados (equivalentes en 1993 a 900,000 dólares US)son retenidos dentro de los ejidos a través de diferentes mecanismos: pago de materia prima, empleos y pago de servicios como fletes y carga. La diversificación industrial ha tenido avances significativos.

Sin embargo la UPAT tendrá que resolver pronto el problema del aserradero. Debido a los delgados diámetros del arbolado con que se abastece, su eficiencia de operación es de 160 pies-tabla por metro cúbico, cuando el punto de equilibrio de un aserradero de este tipo está entre 190 y 200 pies-tabla por m3. La ineficiencia de la industria principal ha permitido la mejor valoración de los bosques ejidales, pero luego de 10 años de funcionamiento bajo estos términos, la situación financiera de la empresa es desastrosa.

La Silvicultura. Gracias a la alta humedad ambiental existe un vigoroso renuevo natural. El esquema de manejo introducido en 1978 fue el llamado "Método de Arboles Padres" mismo que después se convirtió en el "Método de Desarrollo Silvícola" (MDS). Buscando la repoblación natural con especies de coníferas, el MDS tiende a concentrar la extracción, abriendo claros dentro del bosque. Una de las barreras que tuvieron que enfrentar los promotores fue la reticencia de muchos ejidatarios a cortar de esta manera. Por ello, prácticamente desde el inicio de los nuevos aprovechamientos se introdujo también un programa de reforestación, que ha permitido la creación de 3 viveros en los ejidos, donde se produce un promedio de 260,000 plantas al año. Una de las especies reproducidas es el encino, considerado hasta hace poco "indeseable".

Dinámica de Uso del Suelo. Para 1988 la UPAT mantenía una superficie arbolada superior al 50%, porcentaje muy por arriba del 38% regional. En 1993 este porcentaje se elevó a un 60% del área total, lo que parece deberse a varios factores:

- La apropiación formal y real de los bosques por la población local

- La valorización de ellos como fuente de ingresos económicos, empleos y bienestar social para la misma población.

- Empresas ejidales o comunales manejadas por los propietarios de los bosques.

- Un proceso de capacitación continuo.

- La apropiación y comprensión del esquema de manejo silvícola.

- Una organización regional que permite resolver necesidades comunes.