Bosques homogéneos y producción de celulosa en Brasil. Ficha III

El gran "boom" de la industria celulósica en Brasil ocurrió a partir de la segunda mitad de la década de 70, manteniéndose hasta hoy. La promoción del desarrollo de la industria es parte integrante del proceso de modernización capitalista en el país, incentivándose las firmas capaces de exportar y buscándose la inserción de la economia brasileña en las corrientes principales del comercio mundial.

La evolución de la producción de maderas de fibras cortas en Brasil tuvo como resultado principal la expansión de la rama de la celulosa química. Los grandes complejos industriales-forestales, como Aracruz Celulosa en el estado de Espíritu Santo y CENIBRA, en el estado de Minas Gerais, fueron montadas existiendo ya áreas plantadas de eucalipto. Con la implantación de Bahía-Sul, en el extremo sur del Estado de Bahía, a principios de la década de 90, la región conformada por estos tres estados pasa a representar el principal polo productor de celulosa en el país.

El sector de celulosa logró constituirse en uno de los más rentables del país, con el apoyo gubernamental recibido por medio de largos financiamientos subsidiados, la exención de impuestos y el espacio obtenido en el mercado externo. Para fines de la década actual es posible la duplicación de la capacidad de producción, casi 4 millones de toneladas de celulosa y pasta. Con tal propósito, las firmas brasileñas de papel y celulosa están dispuestas a invertir 10,900 millones de dólares, mientras que en el período 89-91 solamente se hicieron inversiones por $ 1,700 millones y se realizaron proyectos por un valor de 4,000 millones de dólares.

Una de las características centrales de la industria de celulosa en Brasil es su fuerte concentración técnica, económica y espacial. Hoy están en funcionamiento 245 empresas de papel y celulosa, pero las 10 mayores empresas son responsables del 85% de la producción de celulosa, y las 4 mayores son responsables de más del 40%. Con la excepción de CENIBRA, empresa que tiene importante participación del capital japonés, en las empresas importantes el capital es predominantemente nacional. Lo que impulsa esta industria es el mercado externo, dado que el consumo per-cápita de papel en el país es muy bajo (30.7 kg/hab).

Por su especialización en la fabricación de celulosa de fibra corta blanqueada, Brasil es un importante proveedor de los grandes consumidores de papel para imprimir, como los Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, etc. y de otros tipos de papel como absorbentes, para los países europeos.

El espacio que Brasil tiene en el mercado fue garantizado por la entrada de empresas brasileñas, con un producto cuyo precio es igual al de otros países productores de celulosa de eucalipto (que es inferior al de la celulosa de fibra larga). Así, la introducción de un producto no tradicional, como la que lleva a cabo Brasil en la década de 70, estableció una competencia en función de la escala económica y de la capacidad de inversión en tecnología y expansión de la producción.