Bosques homogéneos y producción de celulosa en Brasil. Ficha II

En Brasil, la expansión del complejo eucalipto-celulosa comienza a partir de la segunda mitad de la década de los 60, contando con el apoyo decisivo del gobierno autoritario militar. Después de 1964 ocurre una rearticulación de la política forestal (Código Forestal, incentivos fiscales, etc.).

En 1970, el Banco Nacional de Desarrollo y el Ministerio de la Industria y Comercio deciden incentivar los proyectos surjidos de la fusión de firmas pequeñas, para así obtener economías de escala, reducción de costos y especialización. También incentivan los proyectos de instalación de fábricas con capacidad mínima de 1,000 toneladas al día para la producción de fibra corta. Esto, inspirado en el conocimiento de los cambios de escala en curso en el exterior, en especial en el norte de Europa y Japón.

La implantación de todo un complejo industrial de producción de celulosa para papel, junto con un mercado nacional potencialmente amplio, puede sugerir que este proyecto estaría asociado al objetivo del desarrollo social del país, por la adquisición de un mayor nivel de educación y, en consecuencia, un mayor consumo interno de papel. Sin embargo no fue esto lo que ocurrió, ni fue ésta la intención de la industria de celulosa, que a partir de los años 60 fue proyectada para la exportación. Al respecto se ha dicho: "... se redujeron los bosques y se encareció la pulpa para papel". Esto significa que la expansión de los bosques homogéneos de eucalipto contribuyó a la desaparición de los bosques naturales pero a la vez el papel se hizo relativamente más caro para la población brasileña, por la caída del poder adquisitivo de la población; así, a partir de un modelo de desarrollo excluyente y elitista, aumentó la pobreza y la desigualdad. La población brasileña perdió posibilidades de acceso a la educación y, por supuesto, redujo su consumo de uno de los principales indicadores de desarrollo: el papel.

Un factor que fue decisivo para la expansión del eucalipto como materia prima óptima de la industria maderera fue el gran adelanto obtenido en el rendimiento de esa especie durante los últimos 30 años. La expansión industrial acompañó el avance de la biotecnología y los planteamientos de producción silvicultural, desarrolladas desde la década de los 70 por las nuevas escuelas de ingeniería forestal instaladas en el país. Como resultado, la productividad anual de las plantaciones de eucalipto tuvo un incremento de 5.4%, en promedio, en los últimos 30 años. Esta expansión puede observarse en la evolución de la reforestación orientada a la producción de papel y celulosa y la participación del eucalipto entre las especies utilizadas. Así, entre los años de 1943 y 1967, la reforestación total fue de 37 mil ha., y la participación del eucalipto fue solamente de 40% del total. Entre 1968 y 1980 el total reforestado fue de 483 mil ha. y el eucalipto tuvo una participación de 43% en este incremento. En los años 80, con la consolidación de los grandes proyectos industriales de fabricación de celulosa de fibra corta blanqueada para exportación, el área reforestada en el país registró su mayor incremento. En el período 1981-91 el área reforestada aumentó en 893 mil ha. con una participación del eucalipto de 66%. Y a fines de la década de los 80 un 80% de la reforestación se realizó con esta especie.