Entrevista a Jaime Valdes, JUNDEP, Santiago

JUNDEP es una coorporación cuya acción se basa en dos programas. Uno rural, asentado en la IV Región. El tema del proyecto es desertificación, alternativas productivas y desarrollo agropecuario. El programa urbano trabaja con pobladores de la zona norte de Santigo. El proyecto es de vivenda. Nuestra interacción con los organismos del estado es quizás anterior a la transición democrática. Antes del 90, por ejemplo, hicimos una acción muy fuerte en el plano forestal a partir de proyectos de reforestación con el uso de un instrumento estatal que consistía en un subsidio. Eso definió todo un ámbito de interacción con la institucionalidad, en terminos de los recursos, de las relaciones administrativas, e incluso de relaciones de cooperación con la Coorporación Nacional Forestal. Con el gobierno democrático establecimos un fuerte intercambio de ideas con altos funcionarios del área rural y de la vivienda. Estos encuentros fueron bastante ricos. Las autoridades encontraron en nosotros un trabajo consolidado, con espectativas de interacción. Pero en el corto plazo, desde este gobierno surgió un estado con una pretención muy hegemónica, y se produjo un quiebre entre la acción local y un marco institucional tremendamente sub desarrollado respecto a lo que es regionalización y descentralización. Para JUNDEP todo esto significó constatar que no eramos actores privilegiados del desarrollo social, sino al contrario, eramos marginados. Desde entonces se readecuó la relación con el estado, pero en terminos de intercambio desigual. Hoy, en los dos proyectos fundamentales de JUNDEP hay participación de la institucionalidad. Participamos en licitaciones públicas, logrando proyectos importantes en el ámbito del riego. Sin embargo, tenemos relaciones difíciles con el gobierno de la IV Región. Las licitaciones las hemos ganado por tener llegada masiva al territorio, con profesionales, con propuestas, con sedes establecidas, es decir, con una presencia real. Sin embargo, el gobierno demócrata cristiano de la IV Región tiene una visión excluyente de los actores que no son parte subordinada de la política regional. Por otra parte, hemos participado en proyectos FOSIS de capacitación. Estos proyectos los hemos hecho parte de una línea de trabajo nuestra, en el área agropecuaria o forestal. Es decir, le sumamos proyectos que ya tenemos de la cooperación internacional, incrementando el proyecto inicial. En Santiago, las relaciones con los organismos del gobierno son más directas. El gobierno central tiene una visión más progresista, sus funcionarios son más abiertos a negociaciones. Tenemos, por ejemplo, una relación muy fuerte con el MINVU, muy fluída, incluso a nivel de ministro. Tambien son buenas las relaciones con el INJ. Estas relaciones se basan en el tipo de logros y de proyectos que desarrolló JUNDEP, señeros para la acción del MINVU. Esto determinó buenas relaciones personales. Tambien con los municipios la relación es directa, pero expresa las carencias de los gobiernos municipales. En nuestro caso, la relación con ellos pasa por las entidades estatales con las que nos asociamos para realizar programas. En ellos los municipios no ponen, o ponen muy pocos recursos. El mundo del empresariado no lo hemos explorado en lo absoluto. Con la iglesia, sin embargo, tuvimos en el pasado iniciativas comunes. Cuando ocurrió el terremoto, nosotros desarrollamos una acción fuerte en la zona de Melipilla y San Pedro. Allí tuvimos relación con la Vicaría en proyectos de reconstrucción y auto reconstrucción. Pero la iglesia es bastante impermeable a establecer relaciones de mayor profundidad.