Entrevista a Raquel Olea, LA MORADA, Santiago

Hemos tenido relaciones con las universidades y con algunos espacios de poder local, como es la Municipalidad de Cerro Navia. Estas relaciones han partido de La Morada. Tenemos una Casa de la Mujer en Cerro Navia y a partir de ella tenemos todo un trabajo con instancias del poder local y con los Carabineros. Con estos últimos la relación ha sido muy positiva. Ellos nos entregan las referencias de mujeres golpeadas para trabajar con ellas. Pero los proyectos los aporta La Morada. Ni Carabineros ni el gobierno local contribuyen con ideas. Nuestra intención es llegar a coordinar convenios con ellos, por ejemplo, en lo que es educación de mujeres, o cívica. Por otra parte, con las universidades nos ha interesado la reflexión del tema de la mujer dentro de ciertas diciplinas. Al respecto, tomamos contacto con el Diplomado de Estudios de la Mujer de la Universidad de Concepción y ellos nos han demandado cursos. Tambien organizamos un seminario sobre Educación y Genero en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, patrocinado además por el MINEDUC. Con este trabajo buscamos constituir un discurso de genero, difundirlo, y que intervenga en instancias formales; además de que genera ingresos. Con el SERNAM tenemos una relación distante. No tenemos relaciones de trabajo. Esta carencia de relaciones es fruto de una opción política. Nuestras concepciones de trabajo con la mujer son distintas. Tambien tenemos una posición crítica en relación al modo como el gobierno está desarrollando las políticas hacia la mujer. Nuestra opción de distanciarnos es entonces totalmente voluntaria. Nuestra postura no es sólo crítica al lugar de la mujer en el sistema sino a todo el sistema. Nuestra independencia respecto a la institucionalidad estatal es una opción que quiere ser una propuesta, sobre todo en el ámbito feminista. Para nosotros lo principal es nunca perder de vista el trabajo de terreno con la mujer. Si nos vinculamos a ciertas instancias de la institucionalidad es por sus relaciones con nuestros objetivos de trabajo. Pero nuestro fin es rearticular un movimiento, una masa crítica de mujeres propositivas, pensantes, cuestionadoras, que pida cuentas al poder. Queremos ser un referente político. Siempre dentro de nuestra opción, tampoco tenemos relaciones con el empresariado o con otras instancias de poder.