Pescadores artesanales del nordeste brasileño se organizan para optimizar sus condiciones de trabajo y supervivencia.

El Nordeste de Brasil es una zona pesquera relativamente pobre, con temperaturas y salinidades altas y bajo contenido de nutrientes, se trata de una zona con una productividad relativamente baja. El Estado de Maranhão posee una pesca típicamente artesanal y es conocido tradicionalmente como uno de los principales productores de pescado de la región Nordeste de Brasil. Sin embargo, la pesca artesanal en este Estado produce cerca del 60 mil toneladas de pescados al año, sólo un 6% de la producción nacional  (1).

Joao Carlos Diniz es pescador artesanal brasileño, hijo de una familia de 9 hermanos, 6 varones y 3 mujeres, de los cuales tres heredaron la profesión del padre. Es representante de la Cooperativa de Pescadores Artesanales en el Município de Carutapera, Estado de Maranhão, en el nordeste de Brasil y del Movimiento Nacional de Pescadores de Brasil MONAPE.

En Carutapera, la cooperativa reúne a 25 pescadores y pescadoras artesanales quienes resolvieron reunirse hace 6 años para trabajar en la producción pesquera.

¿Por qué tomaron la decisión de formar una cooperativa?

En la región de Maranhão casi la totalidad de la producción es comercializada por las empresas intermediarias. El problema era que ellos obtenían un lucro inmenso por nuestra producción, eso nos llevó a querer organizarnos en esta cooperativa para comercializar nosotros mismos nuestros productos. En estos 6 años la experiencia ha sido totalmente positiva.

¿En qué cosas concretas han mejorado?

Hemos logrado subir nuestros precios, además, cuando nosotros empezamos a negociar nuestros productos, el resto de la comunidad tuvo una excusa para exigir un aumento de precios también, finalmente quienes venían de San Luís de Maranhão nos contaban que el precio había subido, nuestra negociación había beneficiado no sólo a la cooperativa, sino al municipio entero. Pero lo más importante es que esto repercute en la mejora en la calidad de vida. Antes las condiciones de trabajo eran más precarias, ninguno de quienes forman la cooperativa tenían embarcación a motor, todas eran a vela y a remo, hoy de las 25 familias que la componen todas tienen embarcaciones motorizadas, tienen sus casas, utensilios de casa, no es una vida de grandeza, pero vamos de a poco y esta experiencia nos muestra que con éste tipo de trabajo es factible ir mejorando la vida de los pescadores.

¿Cómo han crecido en estos 6 años?

La verdad es que seguimos siendo las mismas 25 familias, pero este año tenemos a 5 familias que quieren integrarse, eso requiere de un proceso de estudio, tenemos unos mínimos básicos de calidad que debemos resguardar y además evaluar cuánta es su producción para que puedan ser parte como socios. Las 25 familias tenemos una producción media de 12 toneladas al mes que varía dependiendo del período, en zafra (época de captura) de 20 a 25 toneladas y entre zafra de 8 a 10 toneladas.

A nivel nacional, en los últimos años, uno de los problemas más ventilados en el sector de la pesca es la sobreexplotación de la langosta y la consecuente reducción en su captura, dando lugar a un importante debate nacional sobre prácticas depredatorias, derechos de acceso a los recursos, ecocertificación y cogestión.

Para enfrentar esa discusión en el MONAPE “actualmente estamos logrando acuerdos con el gobierno de Lula sobre el ordenamiento de la pesca de la langosta, en cuanto a cuotas y períodos de extracción, algo muy similar a la experiencia de los pescadores de merluza austral de Chiloé”.

El origen del MONAPE se remonta a 1988, cuando, estando José Sarney en la presidencia de Brasil, se promulgó una nueva constitución, la octava en su historia. Durante el proceso de construcción de esta nueva constitución, un grupo de pescadores activos políticamente crea un movimiento paralelo, la Constituyente de Pesca, con el fin de hacer visibles los problemas de la pesca artesanal y de dar mayor autonomía política y sindical a los pescadores. Éste movimiento es el antecesor del MONAPE, nombre que tomó una vez promulgada la nueva Constitución.

El MONAPE se trazó el objetivo de dar credibilidad a los pescadores y fortalecer sus estructuras de representación, con el objetivo final de dar mejores condiciones de vida y trabajo a sus asociados.

¿Qué estrategias utiliza el MONAPE para ello?

Las estrategias se refieren a la realización encuentros para pescadores, a fin de buscar los liderazgos locales para incentivar la capacitación. Generar propuestas de políticas que mejoren nuestra situación, incentivar la discusión sobre la realidad del sector pesquero o de las organizaciones, organizar congresos nacionales y recoger así la diversidad del sector. Por último, también negocia los mejores términos, con órganos públicos y bancos, en el acceso a créditos para los pescadores artesanales.

Es interesante observar cómo los problemas de los pescadores se repiten en los distintos países, mientras más realidades ajenas conocemos más nos damos cuenta que los problemas y los debates son los mismos. Conocer e intercambiar experiencias nos ayuda a valorar lo positivo y, en el caso que corresponda, extrapolar experiencias para mejorar lo negativo.