Los pobladores de las comunidades remotas ven su futuro incierto ante las políticas de conservación de recursos naturales de India que ignoran a las comunidades que han vivido históricamente en estos parajes.
10 / 2006
El encuentro regional para el capítulo de Asia de la Asociación de Poblaciones de Montañas del Mundo (APMM) se organizó en Octubre de 2006 en el norte de India, en un lugar al pie de los Himalayas representativo de la geografía en la que viven los pueblos de esta asociación. Este encuentro se llevó acabo en la periferia del Great Himalayan National Park (GHNP). Para su organización se contó con el apoyo de los pobladores de Sai Ropa y las autoridades del propio GHNP. Este parque tiene una historia reciente de conflictos con los pobladores de la zona y es el área protegida declarada más reciente en India, el caso de este parque representa a grandes rasgos la situación que enfrentan las comunidades remotas en áreas prioritarias para la conservación en el resto de India. El futuro para las comunidades aledañas al parque comienza a verse más brillante tras dos décadas de discusiones.
Conservación sin desarrollo, conservación sin futuro
Las áreas protegidas de India han sido de gran utilidad para conservar una parte significativa de la biodiversidad de este país. Actualmente las áreas protegidas de India cubren un área de 15 millones de hectáreas, es decir el 4.61% del territorio. El interés y financiamiento en la conservación de recursos naturales se ha venido haciendo históricamente desde hace mucho tiempo atrás, mediante la declaración de santuarios, parques nacionales y reservas de la biosfera se han alcanzado importantes logros para la conservación de los recursos naturales y de la biodiversidad.
La mayor parte de las áreas protegidas en India tiene una zona núcleo y en la periferia una zona de amortiguamiento, que también forma parte del área protegida. El aprovechamiento de recursos está restringido a la zona de amortiguamiento, bajo estrictas regulaciones y previa autorización. El aprovechamiento humano en la zona núcleo está fuera de cualquier discusión.
Las áreas protegidas han sido administradas en India desde una perspectiva de aislamiento. Esto, basado en la creencia de que algunas zonas prístinas o primarias deben ser protegidas y aisladas de la gente que vive en los alrededores, utilizando recursos legales muy estrictos y patrullajes que prevengan las actividades ilegales. Este escenario coercitivo para la conservación ha llevado frecuentemente a actitudes hostiles de los pobladores locales hacia los programas forestales o de vida silvestre. El esquema legal que regula las áreas protegidas indias fue redactado en 1972, conocido como el Acta para la Protección de Vida Silvestre (WLPA por sus siglas en inglés) y aunque revisada en 1991 y en el 2003, ignora la relación simbiótica histórica establecida entre el bosque y la gente que lo habita. Suspendiendo drásticamente los derechos tradicionales de los pobladores sobre los recursos forestales.
La idea sobre la necesidad de excluir a los pobladores de las áreas protegidas es en sí muy frágil y bastante discutida. Variedad de estudios muestran que no toda actividad humana resulta en detrimento de la vida silvestre. De hecho, en la práctica se ha demostrado que los esfuerzos de conservación con métodos coercitivos tienen bajos resultados y por lo contrario, es necesaria la cooperación y el apoyo de la gente local para lograr resultados exitosos en la conservación de la biodiversidad.
Los esfuerzos del gobierno de India entorno a la conservación han sido honestos en la intención de proteger la vida silvestre y los recursos naturales, pero han dejado de lado a los pobladores locales. En un intento por atender esta situación se inicio en 1991 un programa de ecodesarrollo en conjunto con el Banco Mundial. Con este programa se pretendía reducir la dependencia de los pobladores sobre los recursos forestales. El proyecto piloto de este programa se inició en 1994 en el GHNP.
Ecodesarrollo sin planeación
El Great Himalayan National Park se encuentra en el valle de Kullu, Himachal Pradesh, en el noroeste de India. En esta zona la población humana ha residido históricamente en aldeas en las montañas y en las cuencas de los ríos tributarios del río Beas. Los agricultores y pastores de la zona, con técnicas y conocimientos pragmáticos, han sido el nexo central entre la sociedad humana y los ecosistemas naturales de la región. Desde hace más de dos mil años que se asentaron las primeras comunidades en la zona. Las migraciones se dieron gradualmente río arriba desde las tierras más bajas del Punjab.
La zona del hoy GHNP, perteneciente al noroeste del Himalaya cubre en su zona núcleo 754km2 y es la mayor fuente de agua de las áreas rurales y urbanas de la región, cuatro ríos se originan en los glaciares de este parque. Es también la fuente del sustento de las comunidades aledañas, de ahí obtienen leña, madera, miel, frutos, nueces, flores, plantas medicinales entre muchos otros productos. El parque tiene un rango altitudinal que va desde los 1,700msnm hasta los 5,800msnm, con una elevación promedio de 4,100msnm. El parque es mundialmente famoso por el número de aves endémicas registradas, 183 especies observadas. Es también el hogar de una gran cantidad de fauna, varias especies de faisanes, leopardo, leopardo de las nieves, oso negro y café, ciervo almizclero, bharal, macacos rhesus, y una larga lista más. En tanto que la flora del lugar tiene tanto regiones alpinas templadas como bosques de coníferas y robles, es además una zona rica en plantas medicinales como Aconitum, heterophyllum, salvia moorcroftiana, viola serpens, y muchas más. Es en general un área muy poco perturbada en sus ecosistemas, en un área compacta y poco accesible, un terreno montañoso que representa la ecología, geomorfología y biología del Noroeste de los Himalayas.
Los pobladores de la zona dicen que es gracias a sus presencia histórica de cientos de años en la zona que el estado de conservación es tan bueno, puesto que han ahuyentado a cazadores y apagado incendios. Pero las leyes opinan diferente y obligan a los pobladores históricos de la zona a salir de ella y prohíben toda actividad humana de aprovechamiento en su interior. De alguna forma, las leyes se olvidan que las grandes presiones sobre los bosques se originan en los centros urbanos, por el contrario, buscan reducir las presiones sobre los bosques prohibiendo a las comunidades más remotas extraer lo mínimo de biomasa necesaria para subsistir.
El Acta de Protección de la Vida Silvestre (WLPA) requiere que previo a la declaratoria de un área protegida no existan pobladores en el polígono. Si los pobladores existieran entonces se contempla una compensación monetaria única a quienes logren demostrar que se van a ver afectados con la declaratoria. En el caso del GHNP aunque nadie se tuvo que mudar puesto que no había pobladores en el interior de la zona núcleo, la compensación sólo fue dada a 314 familias de un total de 120 aldeas y una población de 16-18 mil personas en la periferia del parque. Naturalmente esta compensación no hizo feliz a la mayoría restante que depende de los recursos del parque como agua, plantas medicinales, hongos y maderas. Sin ningún tipo de industria en la región, sin turismo que represente un ingreso económico adecuado, las comunidades sin el acceso a los recursos del parque se ven en graves problemas económicos.
En este contexto, se dio el proyecto piloto de ecodesarrollo para el GHNP en conjunto con el Banco Mundial, de diciembre de 1994 a diciembre de 1999. Se intentaba iniciar una nueva estrategia que uniera la conservación de la biodiversidad con el desarrollo social y económico. La estrategia consistía en que los pobladores participaran en la preparación e implementación de micro proyectos. Para administrar estas actividades de ecodesarrollo, se organizaron comités en las aldeas, ellos serían los encargados de asignar los recursos del programa. Aunque la idea era que a través de los comités se tuviera una representación popular de las comunidades, fueron los más poderosos y los de castas más altas quienes quedaron al frente de cada comité y decidieron como se utilizarían los recursos. No hubo supervisión ni un sistema incluyente para la creación de los comités, de modo que las castas más bajas así como las mujeres quedaron fuera de estos comités.
Cuando el programa de cinco años llegó a su fin, los pobladores no estaban satisfechos con la forma en que se habían gastado los recursos. En esos años se repararon templos, se construyeron puentes, cisternas, refugios para la lluvia y otras obras de ingeniería civil. Casi el total de los recursos se invirtieron en la construcción de este tipo de infraestructura que, si bien era necesaria, resultó de muy escasa utilidad en el desarrollo de actividades económicas al largo plazo; lo que les habría permitido a los pobladores sustituir los recursos que extraían del parque y ya no podrían hacerlo. El objetivo principal del programa de ecodesarrollo no se había alcanzado.
Políticos, leyes y conservación
Cuando en el año de 1999 se vieron cumplidos todos los requisitos que establece la WLPA para la creación de un área protegida, llegó la declaratoria de Parque Nacional a esta zona, y se constituía así la más reciente área protegida de India. Para este momento ya se habían dado las compensaciones monetarias y se había realizado el programa de ecodesarrollo. Con esta declaratoria llegó también la prohibición final para los pobladores de poder tener acceso a los recursos del parque.
Cuando el Comisionado del distrito de Kullu anunció a los pobladores, en junio de 1999, que les quedaba prohibido el acceso al parque, hubo protestas e incredulidad por parte de estos. Pero el cambio llegó cuando miembros del partido político de oposición en el Congreso, aparecieron en la escena yendo de comunidad en comunidad hablando a los pobladores sobre la política “antigente” del partido en el poder. Con las elecciones nacionales a dos meses, el partido en el poder en el Congreso decidió utilizar la situación a su favor para obtener una ventaja electoral. El delegado del distrito de Kullu al Parlamento instruyó, contraviniendo las leyes, al Comisionado de Distrito para que permitiera el regreso de la gente a los recursos del parque. Con esto vio su carrera política salvada y la gente se encontraba de vuelta en el parque como históricamente había sido. Aunque al año siguiente el director del parque volvió a insistir en la prohibición de los pobladores al interior del GHNP, el delegado de la región al parlamento tuvo que volver a intervenir para que el acceso no fuera vetado.
Los pobladores continúan a la fecha utilizando los recursos del parque, aun cuando las leyes indican lo contrario. Aun con más de 500 áreas protegidas en India y que la WLPA tiene como requisito que las áreas protegidas sean primero desalojadas de pobladores, son apenas unas cuantas las que han sido notificadas para el desalojo humano definitivo. La conservación en la práctica está lejos de las palabras escritas. El poder electoral juega un papel importante y el costo político de erradicar el acceso humano a un parque es demasiado alto para ser jugado.
El brazo flexible de la ley se muestra y es por esta situación que desde mediados del 2006, Hars Mitter, actual director del GHNP asumió su cargo y ha trabajado fuerte y junto con las comunidades, a través de la ONG “Society for Scientific Advancement of Hills & Rural Areas” (SAHARA) creada específicamente con ese propósito. A través de SAHARA se están finalmente generando y promoviendo actividades de desarrollo económico en la zona de amortiguamiento. Entre las principales actividades, se está construyendo un camino rural para que las comunidades puedan movilizar sus productos más fácilmente. Para generar más productos, se han dado capacitaciones para mermeladas, jaleas, y otro tipo de productos que se pueden hacer desde casa. Adicionalmente se está trabajando con las comunidades para desarrollar una oferta de ecoturismo donde los beneficiarios sean los pobladores que decidan trabajar en este ramo.
protection of natural resources, environmental policy, mankind and nature relation
, India, Himachal, Pradesh, India
Para Hars Mitter, el futuro de las comunidades de la montaña depende enteramente del esfuerzo y envolvimiento que los propios pobladores ejerzan sobre las decisiones que respectan a su territorio, no hay futuro sin planeación.
Esta entrevista fue realizada por ALMEDIO Consultores gracias al apoyo de la Fundación Charles Léopold Mayer durante el encuentro regional organizado por la Asociación de Poblaciones de Montañas del Mundo - APMM.
Interview
Harsh Mister, Director del Great Himalayan National Park
Shamshi, Kullu, Himachal Pradesh, India
Teléfono +91-1902-265320
Email: harsh.mitter@nic.in
ALMEDIO - 2, traverse Baussenque, 13002 Marseille, FRANCE Almedio Consultores. Norma 233, Maitencillo. Comuna de Puchuncaví. Va Región, CHILI - Fono: (56)32 277 2231 - Chile - www.almedio.fr - info (@) almedio.fr
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