Iñchiñ taiñ lafken mapa. el mar es nuestro. Somos responsables de él.

La piedra de tope para los conquistadores españoles

Los Mapuche constituyen uno de los pueblos originarios más numerosos que sobreviven en la actualidad en Chile. Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, Mapudungún, y gran parte de su cultura. Habitaron la zona centro Sur de Chile y Argentina, Aunque el origen y proveniencia de los mapuches es aún tema de debate, según el arqueólogo y etnólogo Ricardo Latcham son originarios del actual territorio argentino y procesos migratorios los habrían hecho instalarse definitivamente entre los ríos Bío-Bío y Toltén.

Antes del proceso de expansión Inca, los Mapuche, habrían habitado toda la zona del valle central, replegándose hasta el Río Maule presionados por el avance de los atacameños desde el norte.

Es uno de los pueblos originarios que más se resistió a la dominación española. El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de tierra, Mapu, colectiva o tribal; la autonomía de los clanes y la unidad tribal y social en torno a la defensa de su territorio y su cultura.

Los pueblos Mapuches ocuparon desde la cordillera al mar, actualmente existe presencia en zonas montañosas como Ralco, Pangue o Santa Bárbara, donde han mantenido conflictos desde hace años, por la expropiación de sus territorios ancestrales.

Los Lafkenches son una de las 6 identidades (Huilliches, Pehuenches, Lafkenches, Picunches, Nagche o Huenteche) que constituyen el pueblo mapuche y se definen como gente perteneciente al mar, se situaron en el borde costero de la región, entre el río Bío-Bío y el Calle-Calle. Actualmente existen aproximadamente 7,000 familias asentadas, principalmente en la provincia de Arauco, pero una serie de legislaciones y la industrialización del proceso pesquero hacen peligrar la subsistencia de quienes habitan y mantienen sus costumbres en esas zonas.

Contra un Estado favorece a la gran industria pesquera

Identidad Lafkenche es un movimiento que, entre otras cosas, aboga por la recuperación de los territorios costeros ancestralmente ocupados.

Este movimiento trabaja desde las comunidades lafkenches para reivindicar lo que consideran, son sus derechos como pueblos originarios, sobre los recursos naturales del borde costero. Demandas que han sido largamente relegadas por la sociedad y principalmente por el Estado de Chile. Es por ello que el mayor conflicto que enfrentan se refiere a la relación con el Estado, principalmente por la represión que reciben, pero también por la participación del uso de la tierra y los recursos.

Es así que en las comunidades de Tirúa (VIII Región del Bío Bío) y Carahue (IX Región de la Araucanía) se forma este movimiento a fin de consensuar, plantear sus necesidades y realizar actividades políticas con el apoyo de la comunidad que legitimen las propuestas planteadas.

Desde sus inicios ya han logrado articular a 27 comunas con sus representantes que participan en consejos, que toman decisiones y se comunican con las comunidades a modo de asambleas.

Hoy, la atención de Identidad Lafkenche esta puesta en la protección del borde costero, sobretodo en miras a lo tratados internacionales de comercio con Estados Unidos, China y la Unión Europea, ya que sienten que con su plena implementación corren el riesgo de perder el escaso control y provecho actual sobre la costa.

En lo específico, la Ley de Pesca existente regula las concesiones de las áreas de pesca a través de sindicatos de pescadores, beneficio al que no se pueden acoger porque como organización son reconocidos como comunidad y no sindicato.

Por otro lado, la ley no reconoce el tipo de uso cultural que los lafkenches le dan a la costa. Estos utilizan los recursos costeros dentro de una economía de subsistencia, trabajar para alimentarnos y sobrevivir. La Ley supone la plena explotación de la costa y sus recursos, con su utilización como fuente de acumulación de capital. La ley concesiona hectáreas de mar por la que se debe pagar un tributo, pero la economía de subsistencia del pueblo lafkenche le impide obtener los recursos para pagar ese tributo, señala Huenehuñir.

Reivindicaciones de cordillera a mar

Identidad Lafkenche trabaja también en la denuncia y lucha contra las injusticias cometidas contra estos pueblos originarios. En la cordillera de la VIII región de Chile, ENDESA, una transnacional eléctrica construye dos centrales hidroeléctricas (y proyectan más) en terrenos ancestralmente pertenecientes a mapuche-pehuenches, con la anuencia del Estado de Chile que ha trasladado a las familias que allí vivían a terrenos de menor calidad para la subsistencia.

Esta política ha sido condenada por numerosas organizaciones sociales, académicas y del mundo de los derechos humanos. Según el Informe del año 2003 del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas de las UN, Sr. Rodolfo Stavenhagen. La población indígena sigue estando marginada del reconocimiento y la participación en la vida pública del país, como resultado de una larga historia de negación, exclusión socioeconómica y discriminación por parte de la sociedad mayoritaria.

Ante esta realidad Identidad Lafkenche exige ante el gobierno de Chile la devolución de los territorios expropiados y el respeto a las costumbres ancestrales de los pueblos originarios. Además un reconocimiento constitucional de la plurinacionalidad de Chile y de los Espacios Territoriales de Patrimonio Lafkenche en los que puedan ejercer su autonomía.

Por otra parte, Identidad Lafkenche propone poner en funciones a una comisión que aborde de manera integral los temas indígenas y todo lo que subyace a ellos. La comisión debiera estar formada por representantes de las distintas identidades mapuches, dos miembros del gobierno, un jurista internacional, un historiador chileno, un representante de la iglesia católica, de la OIT y de la Federación Internacional de Derechos Humanos. Al cabo de un año esta comisión debiera tener unas propuestas claras que hacer al país, esta vez construidas desde todos los sectores involucrados.